Verónica Forqué falleció hace dos años, eterna sonrisa y chica Almodóvar, un fallecimiento que provocó conmoción en toda España. Por ese motivo, la hemos querido homenajear en el ‘Baúl de Valeria’, al igual que hablamos de Manolo Escobar, también con motivo de su muerte.

Siempre tuvo claro que quería ser actriz, aunque para lograr su sueño tuvo que prometer a sus padres que estudiaría una carrera en la universidad, por lo que, ella contaba, por las mañanas iba a clase de arte dramático y por las tardes a clases de psicología.

Pero antes de brillar en la gran pantalla, Verónica trabajó escribiendo cartas. Como actriz empezó muy joven y con nombres grandes del mundo de la interpretación.

Fue a comienzo de los 90 cuando se coló en la pequeña pantalla para hablar sobre temas que para esa época eran demasiado modernos.

«Lo que pasa en la vida es siempre mucho más»

Verónica Forqué logró no solo que la dirigieran los directores más importantes de nuestro país, como Pedro Almodóvar, sino también de Hollywood.

Su eterna sonrisa permanece en nuestra memoria desde hace dos años, momento desde el cual el cine español e internacional es un poco más triste.

Verónica Forqué, una adelantada a su época

Valeria Vegas ha recordado en ‘Y ahora Sonsoles’ algunos de los momentos más recordados de la actriz, que si por algo se caracterizaba era por su ternura. En una de sus entrevistas, recordó qué sentía cuando veía películas de pequeña.

Verónica Forqué contaba que iba a ver películas y siempre sentía que era el personaje protagonista, pero que la realidad superaba en la mayoría de las ocasiones a lo que se veía en los largometrajes.

«Lo que pasa en la vida es siempre mucho más», aseguraba la actriz, a la que se veía muy feliz y pidiendo salud siempre antes de todo.

Toda intérprete que se precie custodia sus premios como oro en paño. Verónica tenía 4 premios Goya, pero no los guardaba en una estantería como se espera. La actriz confesó que solo tenía uno porque los había regalado a sus amigos. Eso sí… ¡Uno lo había perdido!

Y es que ella no le daba importancia al objeto, y el reconocimiento no es algo físico y no se lo iban a quitar por tener o no la estatua.

Otra de las virtudes de Verónica Forqué era su sinceridad, y no le importaba hablar de sexualidad en televisión. Incluso confesó estar aburrida de los hombres y contó cómo fue su primer affaire con una mujer en los 70, una situación que definió como «cómica» porque no sabía qué hacer.

«Yo debería ser lesbiana», confesó en el año 2020, pues aseguraba que le gustaban mucho más las mujeres que los hombres.

En 1994, por otra parte, Verónica Forqué hablaba de temas tabú como la salud mental y confesó en unos años en los que estos temas no se trataban que fue al psiquiatra con motivo de la culpa. «Me solucionó mucho», aseguró.

Unas palabras que en ese año caían en saco roto, pero que en el caso de Verónica Forqué sí tuvo un efecto, especialmente porque estuvo trabajando hasta el día antes de su fallecimiento.

Recientemente hemos vivido, por otra parte, el fallecimiento de Concha Velasco, a quien también dedicamos un ‘Baúl de Valeria’ con motivo de su aniversario de retirada de los escenarios.