Sin teléfono. Sin dinero. Con lo puesto. Desde hace quince días, la familia de Kathy vive pegada al teléfono. Busca, pero no encuentra. La alerta es máxima: se llama Katherine Vidondo, tiene 35 años y está desaparecida desde el 30 de noviembre. Ese día se fugó del hospital Sagrat Cor de Martorell (Barcelona) aprovechando una de las salidas que solían hacer por las inmediaciones del centro.