A pesar de la ubicuidad de las ‘apps’ de citas, tan poco románticas, la gente se sigue enamorando, y las comedias sobre el amor proliferando. Durante la última década, o lo que podríamos llamar la era del ‘streaming’, muchas de ellas han llegado a través de plataformas, tanto en formato de largo como de serie. Solo centrándonos en las serializadas, nos salen un puñado de grandes títulos a reivindicar. El último, ‘Smothered’, se estrena en SkyShowtime este lunes, día 18. La presentamos y aprovechamos para recordar otros nueve amores de series.
‘Smothered’ (SkyShowtime, desde el lunes)
Cocreada por Monica Heisey, escritora de ‘Estoy genial, gracias’ y guionista de ‘Schitt’s Creek’, la última apuesta de SkyShowtime empieza como una exploración del mundo de las citas actual para acabar siendo, más pronto que tarde, un clásico relato de atracción entre polos opuestos. A un lado está el más bien recatado Tom (Jon Pointing), cuyos intentos de ser rebelde son inocuos. Al otro, la deslenguada y vivaz Sammy (Danielle Vitalis), con la que inicia un supuesto lío con fecha de caducidad predefinida. Para acabar de sacudir la mezcla está la hija de seis años del primero, Ellie (Isabelle Lee Pratt), una dulzura que no carga.
‘Heartstopper’ (Netflix)
Se nos ha enseñado que las historias ‘queer’, incluso las de amor, han de ser crudas, duras y amargas. Alice Oseman se opuso claramente esta idea con su webcómic/novela gráfica ‘Heartstopper’, convertido por ella misma en fenómeno de Netflix. Dirigida con maravillosa estilización por Euros Lyn, la serie puede ser muy dramática y no eludir el conflicto, pero es, ante todo, la historia de amor amable entre entre el tímido Charlie Spring (Joe Locke) y la estrella del rugby Nicholas Nelson (Kit Connor), algo mayor que él y a priori hetero. Las mejores lecciones de tolerancia, empatía e inteligencia emocional se suceden sin descanso.
‘Propuesta laboral’ (Netflix)
Las historias románticas son, incluso más que las vengativas y ultraviolentas, toda una especialidad de la industria audiovisual surcoreana. Después de ‘El juego de calamar’, triunfó en Netflix aquella cruda ‘La gloria’, pero también la colorida y adorable ‘Propuesta laboral’, sublimación de esa subdivisión de la ‘romcom’ que vamos a llamar ‘novios de mentira’. Convencida por su mejor amiga de ir en su lugar a una cita a ciegas, Shin Ha-ri (Kim Se-jeong) acaba aceptando la propuesta del director general de su empresa, una compañía de alimentación: hacerse pasar por la novia que quiere para él un abuelo y superior entrometido.
‘Starstruck’ (HBO Max)
En esta especie de ‘Notting Hill’ con los géneros invertidos, la encantadoramente normal Jessie (la también creadora Rose Matafeo), neozelandesa que se busca la vida en Londres, tiene sin saberlo un lío con una estrella de cine, Tom Kapoor (Nikesh Patel), que se acaba convirtiendo en eterna relación de ida y vuelta. A finales de septiembre se estrenaba su tercera temporada, en la que se rechaza la idea del amor como cuento de hadas y se toman decisiones atrevidas ya desde los primeros 90 segundos. Es un notable ejemplo de esa rama de la nueva ‘romcom’ en el cruce de la ensoñación deseable con el más prosaico realismo.
‘Feel good’ (Netflix)
Hay que reivindicar a la menor oportunidad esta dramedia semiautobiográfica de Mae Martin, artista de ‘stand-up’ que se declaró hombre trans no binario en 2021. En su versión de (auto)ficción de 2020, Mae entabla un romance complicado con George (Charlotte Ritchie), mujer de clase media con sus dudas a la hora de admitir su relación en público. La serie tiene sus buenos golpes cómicos, pero también hay que decir que es mejor, si cabe, cuando se busca el golpe emocional y se abordan de frente cuestiones de trauma o adicción.
‘Love life’ (MGM+)
Ahora puede verse en el servicio MGM+, pero en su día fue serie fundacional de HBO Max, que no sabe lo que ha sacado de su catálogo. Esta creación de Sam Boyd es una fantástica colección de estudios de personaje: en la primera, Darby Carter (Anna Kendrick), inquieta millennial que ansía salir en serio con alguien y poder llegar a casarse (así es, nada de malo hay en querer estabilidad), y en la segunda, Marcus Watkins (William Jackson Harper), treintañero recién separado que trata de entender qué vida (amorosa) quiere; saber con quién quiere estar, si es que quiere estar con alguien.
‘High fidelity’ (Disney+)
Veronica West y Sarah Kucserka (tándem con créditos en ‘Betty’, ‘Chicago Fire’ o ‘Bull’) se marcaron una estupenda revisión femenina, racializada y filoqueer del libro de Nick Hornby y la película de Stephen Frears. La heroína se sigue llamando Rob (Zoë Kravitz), aquí diminutivo de Robyn, y también puede ser muy esnob y muy adorable, pero el paisaje social donde se mueve es mucho más diverso en más de un sentido. Solo duró una temporada que todavía hoy, tres años después de su estreno, mucho público sigue descubriendo y aprendiendo a querer.
‘Cuatro bodas y un funeral’ (atresplayer)
La cómica, actriz y guionista Mindy Kaling (conocida todavía, sobre todo, como la Kelly Kapoor de ‘The office’) es una seria devota de la comedia romántica, como demostró en aquella ‘The Mindy project’ plagada de referencias de ‘connoisseur’. Aunque algo ignorada, esta revisión del clásico británico de 1994, creada a medias con Matt Warburton, también denotaba un amplio conocimiento del género y una voluntad de renovarlo sin dejar de ser fiel a sus esencias. Mucho más disfrutable de lo que se leyó por doquier, y con un Nikesh ‘Starstruck’ Patel capaz de hacernos olvidar a su antecesor Hugh Grant.
‘Insecure’ (HBO Max y Netflix)
Acabadas las guerras del ‘streaming’, ahora podemos ver hasta grandes series de HBO en Netflix. Una de ellas es ‘Insecure’, esa grandiosa comedia romántica, pero también amistosa y laboral, creada y protagonizada por Issa Rae. Seguir la relación (o no) de la Issa ficcional (Rae) con su novio de siempre, Lawrence (Jay Ellis), fue una gozosa montaña rusa de emociones; lo mismo que colarse en su amistad con Molly (Yvonne Orji). Por el camino, Rae aprovecha para explorar cuestiones sociales y de raza con una falsa ligereza.
‘Fleabag’ (Prime Video)
Y, más en concreto, la segunda temporada, la del ‘cura guapo’. Si la primera temporada deslumbró como retrato de mujer crudo, honesto, transgresor, feminista en su rechazo de cualquier clase de idealización sacrosanta, su continuación fue una nueva revelación por razones diferentes: se podía hacer una comedia romántica con consideraciones serias sobre la fraternidad, la fe o el respeto; se podía romper el corazón con la simple imagen de un zorro.