Contra pronóstico, y antes de lo previsto, el Consejo Europeo ha decidido este jueves empezar las negociaciones para el ingreso de Ucrania y Moldavia en la Unión Europea. «Esta es una victoria de Ucrania y una victoria de todos los europeos. Una victoria que motiva, inspira y fortalece», ha escrito el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, en su cuenta de la red social X. Georgia ha conseguido el estatus de país candidato.
Poco antes, en una videconferencia, Zelenski había pedido a los líderes de los Veintisiete que no «traicionaran» su fe en Europa. «Este día quedará escrito en nuestra historia. Ya sea para bien o para mal, la historia lo reflejará todo, cada palabra, cada paso, cada acción, cada inacción», ha destacado.
Desde primera hora de la mañana, los líderes de la UE se concentraron en convencer al primer ministro húngaro, Viktor Orban, que amenazaba con vetar la luz verde a Ucrania. El canciller alemán, Olaf Scholz, el presidente francés, Emmanuel Macron, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen y el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel desayunaron con Orban para convencerle.
La Comisión Europea desbloqueó el miércoles 10.200 millones para Budapest tras avalar su reforma para mejorar la independencia judicial, pero mantiene bloqueados otros 21.000 millones de diferentes partidas. Sin embargo, a primera hora Orban seguía en sus trece.
«La ampliación no es un tema teórico. La ampliación es un proceso basado en méritos y legalmente detallado que tiene condiciones previas. Hemos establecido siete condiciones previas y tres no se cumplen. No hay razón para negociar ahora la membresía de Ucrania», había dicho Orban a su llegada a la cumbre. Orban prefería que la cuestión se dejase para primavera o incluso después de las elecciones europeas, que se celebran en junio de 2024.
El primer ministro húngaro también se vio con la jefa del gobierno italiano, Giorgia Meloni. Si bien son de familias políticas afines, Meloni es claramente atlantista y pro Ucrania. Sin embargo, Orban es el líder europeo a quien más aprecia el líder ruso, Vladimir Putin.
En su rueda de prensa anual, Putin había indicado por la mañana que Orban se distingue de los otros dirigentes europeos, por su nacionalismo. «No es prorruso, es nacionalista, defiende los intereses de su pueblo», indicó Putin. Esta señal a Ucrania por parte de la Unión Europea es una noticia nefasta para Putin, a quien le beneficia que haya división en la Unión Europea.