El aceite de oliva sigue siendo más ‘oro líquido’ que nunca. Y es que su precio se ha disparado un 66,7% en el último año, según los datos del IPC publicados por el Instituto Nacional de Estadística (INE).
Todo ello en medio de un escenario de moderación de la inflación, que ha caído tres décimas en noviembre, hasta el 3,2%, con los alimentos frenando su encarecimiento hasta el 9%.
Sin embargo, el aceite de oliva se mantiene ajeno a estos descensos y prosigue con su escalada alcista desde el pasado mes de abril de 2021, cuando subió un 2%, y desde entonces su precio se ha incrementado hasta alcanzar los dos dígitos.
Detrás de este encarecimiento se encuentra, según los agricultores, la sequía, que está afectando gravemente a la producción de la aceituna.
Unos precios elevados que se dejarán sentir, más si cabe, en la mesa de los españoles durante esta Navidad. De hecho, las familias españolas y las danesas serán las que más noten las subidas de los alimentos respecto al año pasado, según un estudio realizado por la plataforma de inversión eToro en 12 países de tres continentes.
Los ingredientes de la cesta de la compra navideña que más se han encarecido desde 2022, en base a este análisis, son la carne de cerdo en Dinamarca (+46%), el aceite de oliva en España (+30%) y el pollo en Australia (+40%).
«La inflación puede estar moviéndose en la dirección correcta en todo el mundo, pero las familias seguirán pasando apuros este año, ya que la cena de Navidad será más cara que en 2022 en casi todos los países analizados. Los hogares daneses, en particular, gastarán mucho más este año en su comida navideña, ya que el precio de la carne de cerdo ha registrado una subida interanual del 48%. Lo que nos muestran estos precios es que muchas presiones inflacionistas son locales, con grandes diferencias de costes entre países, algunos de ellos fronterizos», explica Ben Laidler, estratega de mercados globales de eToro.