La lucha contra la despoblación todavía no ve el final. El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha confirmado que Aragón ha conseguido esquivar su tendencia poblacional a la baja de 2022, pero si se observan algunos municipios por separado, las noticias no son tan buenas. La comunidad ha ganado 13.000 habitantes, según un estudio elaborado por el organismo, un dato muy positivo a nivel general para el territorio.
Por su parte, Cuarte de Huerva es el ayuntamiento de la autonomía que ha experimentado mayor crecimiento en su censo. La localidad zaragozana ha adquirido más de 1.300 vecinos a sus más de 14.600, un incremento más que considerable en un periodo de dos años.
Sin embargo, ¿qué ocurre con aquellos pueblos que parecen condenados a quedar en el olvido? Lo que unos ganan, otros lo pierden. Nos desplazamos a la provincia de Teruel, que acoge a la localidad con el censo más pequeño de Aragón. Y que, por desgracia, lo es todavía más que en 2022 y 2021.
Pertenece a una de las 209 localidades con menos de cien habitantes en la comunidad, de las 731 que hay en total. Más de una cuarta parte de Aragón sufre los peores golpes de la despoblación, una cifra que contrasta con los 13.000 recién llegados y que deja huella.
Se trata de Salcedillo, municipio perteneciente a la comarca de Cuencas Mineras. Once habitantes convivían en el pequeño territorio en los años 2021 y 2022, pero los datos más recientes han revelado un nuevo récord negativo para estos turolenses. En 2023, su censo se reduce a diez vecinos. Es decir, en una anualidad, Salcedillo pierde el 10% de su población y, como se esperaba, mantiene su posición como el pueblo menos habitado de la comunidad.