Stellantis fabricará en la planta zaragozana de Figueruelas de forma simultánea hasta cinco modelos de coches de cuatro marcas diferentes, algo inédito en los más de 40 años de historia de la instalación fabril. Así ocurrirá al menos durante varios meses del próximo año una vez se lance en primavera –previsiblemente en abril– la producción en serie (para la venta) del Lancia Ypsilon, el tercer vehículo eléctrico que asumirá la factoría. Esta variedad de productos se dará debido a que se retrasa definitivamente la marcha de los SUV urbanos Opel Aircross y el Citroën C3 Crossland, cuyas próximas generaciones se harán en la planta de Trnava (Eslovaquía) a partir de verano de 2024, según fuentes conocedoras de los planes del gigante automovilístico.
De ese mismo omplejo centroeuropeo procede precisamente el último cuatro ruedas que ha incorporado en nómina la fábrica zaragozana, el Peugeot e-208, que se hace aquí desde hace poco más de dos meses. La curva de lanzamiento de las versiones eléctrica e híbrida ligera del modelo superventas comenzó el 2 de octubre y está siendo todo un éxito. Las expectativas para los próximos meses son altas por la gran demanda que tiene en el mercado.
El quinteto se completará con el Opel Corsa, el coche estrella de Figueruelas, que empezó a fabricarlo en 1982 cuando se puso en marcha la factoría. Desde hace tres años, se ensambla también la versión enchufable de este icónico turismo, con el que la factoría aragonesa puso el primer pie en la movilidad eléctrica.
Aunque sea algo temporal, la fabricación a la vez de cinco vehículos será algo inédito para la planta y acentuará el perfil multimarca de la instalación, cuya futuro pasa por tener esa cualidad y completar la electrificación de sus cadenas de montaje.
Mantenimiento de la producción
La producción total de Stellantis Figueruelas en el año que está a punto de acabar será muy similar a la de 2022. La fábrica zaragozana rondará los 360.000 vehículos, sin apenas variaciones respecto a las 365.263 unidades que se hicieron en el curso anterior, según las estimaciones facilitadas a este diario. La cifra definitiva se conocerá en los próximos días.
Las previsiones de la empresa para 2023 han sido siempre prudentes y conservadoras ante el incierto escenario que sigue pesando en el sector del automóvil. El objetivo inicial era llegar este año a 379.000 coches, un nivel que no se alcanzará debido a que han persistido los problemas de suministro de piezas y no solo de microchips, aunque en menor medida que los años anteriores. La factoría tocó fondo en 2021, cuando apenas hizo 324.000 vehículos, la segunda cifra más baja de las últimas tres décadas.
Los problemas logísticos y de abastecimiento no han acabado de disiparse. Esta misma semana se han cancelado varios turnos de la línea uno por la escasez de material y existe un importante estoc de vehículos inacabados en las instalaciones por la falta de algún componente, según aseguran fuentes de la plantilla.
El reto italiano
Entre tanto, Figueruelas va dando pasos para el próximo lanzamiento, el Lancia Ypsilon, que abanderará el renacer de la marca italiana. Es una de las enseñas más antiguas de Europa, con 116 años de historia, pero que ha pasado una mala temporada en los últimos años, con una sequía de lanzamientos y ventas. Las primeras unidades no vendibles del automóvil ya han visto la luz en la factoría zaragozana.
En concreto, se han hecho algo más de 20 vehículos dentro de la fase de pruebas y bajo estrictas medidas para proteger la imagen del modelo, cuyo diseño será presentado por la compañía el próximo mes de febrero. Antes de esa fecha se debería haber iniciado la etapa de preproducción, a la que seguirá la fabricación en serie, algo que se prevé que suceda dentro de unos cuatro meses.