Carlo Ancelotti tiene un serio problema desde el punto de penalti. Sin Benzema, el italiano no da con el lanzador que asegure la diana. En los 22 partidos disputados le han pitado tres penaltis a favor, dos en Liga y otro en la Champions, pero ninguno acabó en gol.
Por el contrario, le han señado dos en contra, ambos en la competición europea, y encajó uno. En total, de cinco penaltis solo uno acabó en gol, el que marcó Zielinski para el Nápoles en el encuentro jugado en el Maradona con Kepa bajo palos. A cambio, Lunin detuvo el lanzado por Djaló ante el Braga que mantuvo el 0-0 en el marcador.
“Buscar una razón a los fallos es muy complicado. Luka es frío y suele marcarlos. No es algo fácil de entrenar, los entrenamientos son fríos. Ojalá lo podamos cambiar. Lo estamos intentando con Bellingham, Rodrygo, Joselu…”, confesaba Ancelotti al final del encuentro de Berlín.
Modric tuvo en sus pies la oportunidad de marcar el 0-1 al borde del descanso. El lanzamiento del croata lo adivinó Ronnow para rechazar el balón con los pies. El meta alemám sacó en larco en la acción siguiente para que Volland marcara el 1-0 tras un fallo defensivo de los madridistas.
SIN UN LANZADOR FIJO
Pero llueve sobre mojado porque los blancos ya habían fallado los dos lanzados en la Liga. El primero fue en la tercera jornada en Vigo, cuando Iván Villar adivinó el lanzamiento de Rodrygo para impedir el 0-2 de los blancos.
Ancelotti intentó explicar el orden de lanzadores que tenía, pero tampoco convenció a nadie: “El lanzador depende de los partidos. El primero es Joselu, el segundo es Modric y el tercero Vinicius”. Pero aquel penalti lo tiró Rodrygo en contra de las órdenes del italiano.
Ante Osasuna le tocó el turno de lanzamiento a Joselu tras una mano de David García. El delantero gallego se topó con Herrera, que evito el 4-0 a favor de los blancos. Un fallo que pasó inadvertido, no como el de Vinicius en pretemporada en el Clásico. El brasileño fue el encargado de lanzar la pena máxima a los 18 minutos con 1-0 a favor del Barça en el marcador, pero su lanzamiento se estrelló en el larguero.
En definitiva, a Ancelotti le empieza a preocupar y con razón encontrar un lanzador de garantías desde los 11 metros. Un equipo que venía de fallar 8 penaltis de 34 y que ahora son 11 de 37 en partidos oficiales.
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