La Policía Nacional y la Agencia Tributaria han asestado un duro golpe a una organización de narcotraficantes de origen balcánico. Han intervenido 11 toneladas de droga que ahora se custodian en la Comisaría General de Canillas, en Madrid. Los lomos de atún congelado eran la comidilla en redes por sus precios tirados. Aun vigilado, el empresario coruñés intentó despistar a la policía dispersando la llegada de los contenedores entre Vigo, Algeciras y Coruña. Los 7.500 kilos de cocaína eran un encargo de los albaneses. La misma mafia que en Valencia metió 3.400. Dejaron un contenedor de señuelo por si la policía actuaba pero esperaron y cazaron cuatro cargados de azúcar y en el doble fondo la coca. El cartel de los Balcanes ha introducido un nuevo paradigma en el tráfico de cocaína. Es el tercer cargamento de unas 10 toneladas que la policía logra interceptarles.