Un acuerdo histórico. Un pacto sin precedentes. El primer compromiso de la historia en el que se logra forjar un llamamiento unánime para empezar una «transición» justa y acelerada para dejar atrás los combustibles fósiles que han desencadenado el caos climático. Contra todo pronóstico, la cumbre del clima de Dubái ha conseguido sacar adelante un acuerdo en el que por primera vez se constata de forma clara la necesidad de dejar atrás el petróleo, el gas y el carbón, reducir drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero y hacer lo posible para limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5 grados. «Prometimos un acuerdo histórico y lo hemos conseguido», ha afirmado el presidente del encuentro, Sultan Al Jaber, ante los aplausos de los representantes de casi doscientos países que han rubricado el acuerdo final. 

La aprobación del pacto de Dubái ha llegado casi de sorpresa. A primera hora de este miércoles, tras la enésima noche de negociaciones a contrarreloj, la presidencia de Emiratos Árabes publicó un nuevo borrador de los acuerdos mucho más «ambicioso» que su antecesor. Poco después, Al Jaber convocó un plenario con todos los países para discutir el texto. Y fue ahí donde, justo al tomar la palabra, pidió a las partes que votaran el borrador que había propuesto.

Los objetivos de descarbonización tendrán en cuenta la realidad de cada país Efe


En los pasillos de Dubái todos esperaban que este gesto iniciara una batalla dialéctica pero finalmente, contra todo pronóstico, el plenario acordó por unanimidad sacar adelante el texto sin ninguna modificación. Y esto, a su vez, arrancó un aplauso generalizado en la sala.

El texto incluye el objetivo de «conseguir el cero neto para 2050» adaptándose a las diferentes circunstancias de cada país

El pacto de Dubái incluye una serie de mensajes sin precedentes. El más importante tiene que ver con el futuro de los combustibles fósiles. El texto incluye una petición para llevar a cabo una transición «rápida y justa» para dejar atrás los combustibles fósiles, tomando «acciones en esta década crítica» y con el objetivo de «conseguir el cero neto para 2050» tal y como demanda la ciencia. También reconoce que este llamamiento no es universal sino que debe adaptarse a las diferentes circunstancias de cada país. El texto final consigue colar todos estos mensajes sin mencionar explícitamente los conceptos más polémicos, como el llamamiento a «eliminar» (‘phase out’) la energía fósil, pero reflejando la misma filosofía.

«Mensaje claro»

La precipitada aprobación del texto, que sale adelante un día después del ‘deadline’ oficial de la cumbre, también ha despertado críticas. Sobre todo por parte de los países del sur global. La portavoz de Samoa, por ejemplo, ha denunciado que el texto «no refleja suficientemente» el mandato científico para limitar el calentamiento global. Bolivia, por su parte, también ha lamentado la falta de mensajes más explícito para frenar el avance del calentamiento global y ayudar a las grandes víctimas del caos global a hacer frente a las pérdidas y daños causados por los extremos climáticos. Y Bangladesh ha lamentado la falta de un acuerdo más claro ayudar a los países del sur global a adaptarse para hacer frente a los extremos meteorológicos.

«La era de los combustibles fósiles no acaba en Dubái, pero estamos ante el principio del fin»

Simon Stiell – Naciones Unidas

Son muchos los que hablan de la cumbre del clima de este año como algo histórico. Y no solo por el texto aprobado este miércoles. También por la decisión adoptada en el primer día del encuentro, cuando los países aprobaron la creación de un fondo para los países más vulnerables al caos climático. Esta iniciativa ya ha movilizado más de 600 millones de dólares y, aunque esta cifra está lejos de lo necesario para hacer frente, su mero anuncio también supone un punto de inflexión ante una demanda histórica del sur global. La presidencia de esta cumbre calcula que, en total, este encuentro ha movilizado más de 80.000 millones de dólares en medidas contra la crisis climática, aunque también en este caso son muchas las lagunas que quedan por despejar.