El ministro español de Exteriores, José Manuel Albares, visitará este miércoles y jueves a Rabat para realizar su primer viaje de la nueva legislatura. También será el primer encuentro cara a cara entre los representantes de un lado y otro del estrecho de Gibraltar desde que Pedro Sánchez logró formar nuevo Gobierno. Hasta el momento, el presidente del Ejecutivo solo había mantenido una conversación telefónica con su homólogo marroquí, pocos días después de jurar su cargo.
Albares estará más de 24 horas en el país magrebí, un detalle que, según fuentes diplomáticas españolas, muestra la «importancia» de la visita. El objetivo es seguir la hoja de ruta que se acordó en el final de la pasada legislatura. La visita estará marcada por la reunión que mantendrá este jueves con su homólogo, Nasser Bourita, aunque también mantendrá encuentros con empresarios y cooperantes españoles. Además, está previsto que visite el colegio español de la ciudad, según apuntan las mismas fuentes. Tras su paso por Rabat, el ministro podría también visitar Mauritania y Senegal, aunque desde Exteriores todavía no lo han confirmado.
Albares conoce bien Marruecos y a su homólogo en el país. Los encuentros con Bourita han sido constantes: en la pasada legislatura se reunieron en ocho ocasiones, cosa que hace que sea uno de los ministros de Exteriores con quien más se ha visto. Los pasos de la relación entre vecinos se marcaron en la Reunión de Alto Nivel (RAN) que se celebró a principios de febrero. Una cumbre que sirvió para trazar un nuevo camino tras la crisis diplomática que alejó a ambos países por la hospitalización del líder del Polisario, Brahim Gali, en un hospital riojano en abril de 2022. La crisis se cerró con la carta que Sánchez mandó a Mohamed VI, casi un año después, en la que consideraba que la propuesta de autonomía marroquí para el Sáhara Occidental es «la base más seria, realista y creíble para resolver las diferencias».
En la RAN no se produjo un encuentro entre Sánchez y Mohamed VI, ya que el monarca estaba fuera del país, aunque lo invitó a visitar de nuevo Rabat para encontrarse, una reunión que por ahora no tiene fecha. Se desconoce si esta visita se realizará pronto y si el viaje de Albares va a servir para organizarlo. En legislaturas pasadas, Marruecos había sido el primer viaje oficial de los presidentes españoles tras tomar posesión. En el caso de Sánchez, su primer desplazamiento fue la gira por Israel, Palestina y Egipto.
Relaciones económicas
Esta nueva etapa entre ambos países ha tenido un importante acento económico. Marruecos ha abierto la puerta a que empresas españolas participen en proyectos estratégicos. Hace un mes, la española Acciona, junto a dos compañías marroquíes, se adjudicaron el contrato de construcción, gestión y mantenimiento de la gran desaladora prevista en Casablanca. En la RAN también estuvo encima de la mesa que las empresas españolas participen en la renovación de la red ferroviaria marroquí. Aunque la noticia protagonista de los últimos meses y que implica a ambos países es la organización del mundial de fútbol masculino, junto a Portugal, en 2030.
Otro de los temas que se acordaron en la cumbre, pero que por ahora no se ha concretado ni ejecutado, es la apertura de las aduanas comerciales en Ceuta y Melilla. Un tema que desde Exteriores siempre han insistido que se tiene que hacer de manera «ordenada y gradual», aunque hasta el momento solo se ha informado de algunas pruebas y simulacros en la frontera, pero la fecha sigue sin estar marcada en el calendario.
La cooperación en materia migratoria es el otro gran pilar de las relaciones entre Madrid y Rabat y otro de los asuntos recurrentes en los encuentros. Aunque la llegada de personas migrantes o refugiadas a la península, Ceuta y Melilla ha descendido considerablemente en los últimos meses, sí que ha habido un aumento de las llegadas a Canarias este año. Según cifras del Ministerio del Interior, en 2023 han llegado más de 34.000 personas al archipiélago, una cifra que supera la de 2006 en la conocida como ‘crisis de los cayucos’. Tampoco han cesado las muertes: en lo que llevamos de año, hay 868 personas que han fallecido o desaparecido en la ruta canaria, según la Organización Internacional para las Migraciones (OIM).