La muerte de Itziar Castro a los 46 años ha conmocionado al mundo de la cultura. La actriz se encontraba realizando ensayos físicos en la piscina cubierta municipal de la localidad de Lloret de Mar (Gerona) y se sintió indispuesta de madrugada. Horas después los servicios de emergencia certificaban su muerte.
Tras su fallecimiento han sido muchas las muestras de cariño hacia su familia de todos aquellos a los que inspiró esta intérprete que puso encima de la mesa los derechos de las personas que sufren obesidad mórbida. Castro hablaba claro de su condición sexual y de su ideología política. Hecho que ha motivado que desde algunos círculos se la haya criticado.
Ataques en redes sociales tras su muerte
El periodista Juan Soto Ivars cree que «es desolador ver cómo se cierne una tormenta en torno a una persona que acaba de fallecer», por las críticas póstumas que ha recibido. Cree que si no se hubiera significado tanto como una persona de izquierdas no hubiera tenido tantos ataques. «Ella entendía muy bien la libertad de expresión», añade. Ve 3 partes claras en las reacciones a su muerte: los comentarios a la Itziar actriz, el debate de la gordofobia y una romantización de la obesidad mórbida como parte de la diferencia.
Cree Soto Ivars que hay cierta «romantización de la obesidad» de la mano de lemas como ‘Body Positive’. «Me preocupa que lleguemos a la romanización de la obesidad como si fuera un don», mantiene.
«Ella toleraba los ataques, desde el respeto a la libertad de expresión»
Añade Rubén Amón que «se diría que la actriz difunta lo tenía todo porque era gorda, catalana, roja y lesbiana«. «Ya no cabe más engendro desde la perspectiva con la que se la ha demonizado», afirma.
Señala además que la propia Itziar era una abanderada de la libertad de expresión: toleraba los ataques en la gestión de una sociedad con su capacidad de ofender pero con el respeto a la libertad de expresión. «Aceptaba que en un teatro un monologuista pudiera hacer chistes de maricones, lesbianas y de gordas«, recuerda.
Apunta Samanta Villar, colaboradora de Espejo Público, que hay una patología asociada a la obesidad mórbida que es el lipedema. Explica que la enfermedad supone un punto de no retorno y supone que cualquier dieta que hagas no tiene efecto y el ejercicio físico está contraindicado. «Ella se estaba cuidando pero su cuerpo ya no reaccionada. Parece que la obesidad es responsabilidad del individuo, se ha doblado la cantidad de obesos en el planeta en los últimos 40 años y la OMS lo trata como epidemia», afirma. Asegura además que Itziar estaba esperando recomponerse para poderse someter a una operación y reducir ese tiempo sin ingresos.
Rubén Bravo, especialista en nutrición y portavoz del instituto médico europeo de la obesidad, explica que el lipedema se caracteriza por la existencia de grasa localizada en muslos y brazos de una manera desproporcionada de cómo se distribuye la grasa en el reto del cuerpo. «El 50% de las personas que tienen obesidad también padecen lipedema», establece el facultativo.