El Ayuntamiento de Huesca está más cerca de cerrar el primer presupuesto del mandato de Lorena Orduna, que ascenderá hasta los 60,9 millones de euros y se sitúa en la primera posición de la historia de la capital oscense. Unas cuentas que saldrán adelante gracias al apoyo de Vox, que ha logrado en la negociación colocar su impronta en el mencionado presupuesto, reduciendo la ayuda a la cooperación y poniendo fin al festival Periferias.

La propia alcaldesa de Huesca, Lorena Orduna, ha presentado este lunes las cuentas acompañada del concejal delegado de Hacienda, Ricardo Oliván, y del portavoz de Vox en el ayuntamiento, José Luis Rubió, en representación del socio preferente del PP en el consistorio y el que permitirá que los presupuestos salgan adelante.

Orduna comentó que las cuentas se negocian desde hace un mes y que su alianza con Vox es fruto del «compromiso para hablar de cuestiones importantes para tener la ciudad que queremos». El presupuesto crece hasta los 60,9 millones, un 3,66% más que en el pasado ejercicio, algo que sucede por «las transferencias del Gobierno de Aragón» y en el que Orduna destacó «un incremento del 22% en dependencia y un 50% en programas específicos de servicios sociales». El SPEIS, que crece en 1,25 millones este año, o el círculo católico, «para poner en valor las ruinas de la Osca romana», son otras de las partidas que vienen desde el Pignatelli pero de las que Orduna quiso sacar pecho, en consonancia con el Ejecutivo de Jorge Azcón.

Por otro lado, la popular manifestó que «la rebaja progresiva de impuestos está garantizada» y que la gestión «eficiente» permitirá estas reducciones sin mermas en los servicios municipales.

Ricardo Oliván, el responsable de Hacienda, fue más crítico con el equipo de Gobierno del socialista Luis Felipe. «El ayuntamiento tiene piedras en la mochila», aseveró el concejal conservador, que destacó el capítulo de bienes y servicios y las inversiones como los dos lastres para el consistorio que lidera Orduna.

Oliván defendió las cuentas como «realistas» por dos motivos: «El ayuntamiento tiene la capacidad de ejecutarlas y cuenta con el apoyo necesario para salir a la luz». El responsable de Hacienda desgranó algunas de las inversiones que el consistorio acometerá en el próximo año, que ascienden a 8,5 millones de euros y se centran en la mejora de la movilidad y de los equipamientos de todo tipo de la ciudad.

«Estamos contentos porque los presupuestos tienen nuestra impronta y nuestro sello», admitió José Luis Rubió, portavoz de Vox, que destacó «la buena predisposición» del PP y que afirmó que todas las exigencias de la ultraderecha están en las cuentas.

Las dos muestras más claras son el festival Periferias, que desaparece de la contabilidad municipal. «Creemos que es un modelo acabado y debe cambiarse», dijo Rubió, que defendió su apuesta por «otros eventos lúdicos y culturales para el ámbito juvenil». La dotación para ese festival, según detalló Oliván, «se mantiene para otro evento, que se iniciará con un proceso de participación ciudadana». El deseo de Vox es que esta pregunta a la ciudadanía se dé «lo antes posible» para poder trabajar en los nuevos actos culturales.

El segundo de los aspectos es la ayuda a la cooperación, que prácticamente desaparece de los números del Ayuntamiento de Huesca. Desde los 100.000 euros hasta los 6.000, por un compromiso adquirido el pasado año y que se finalizará en 2024, confirmando un descenso del 94%.

Periferias, el fin de un festival «totalmente libre» que nunca dio problemas

Las críticas al Ayuntamiento de Huesca por la prohibición del festival Periferias no tardaron en llegar. Luis Lles, uno de los impulsores de este evento cultural de la capital oscense desde su inicio en el año 2000, definió como «una lástima» que el PP admitiese una de las exigencias de Vox, cuando «el Partido Popular había estado años en el ayuntamiento y nunca había pasado nada con Periferias». Un lamento que Lles admite con resignación, ya que «los festivales tienen su ciclo de vida y el actual equipo de Gobierno está en su pleno derecho de hacer lo que se considere».

El impulsor del ciclo no acepta las definiciones de sectarismo vertidas por la ultraderecha, ya que cree que a Vox «le molesta que exista un festival con plena libertad creativa que intenta reflexionar sobre la cultura desde un punto de vista totalmente libre». Lles defendió que en Periferias «han participado grandes artistas de todo signo político».