Rayo Vallecano y Celta de Vigo empataron un duelo muy desigual en el que el equipo madrileño gozó de varias ocasiones claras para marcar pero siempre se encontró con Vicente Guaita, que salvó del gol al conjunto vigués, que se mantiene en descenso y en una situación muy delicada.
Los prolegómenos del partido estuvieron marcados por el emotivo homenaje que toda la afición del Rayo Vallecano rindió a Antonio Castilla, presidente de la Federación de Peñas, fallecido el día anterior y persona muy querida en el barrio por su compromiso social y reivindicativo.
«Gracias por tu lucha incansable, Antonio. Seguiremos cantando por ti», se pudo leer en la pancarta que la peña Bukaneros desplegó en el fondo y que incitó a un caluroso aplauso en todo el estadio en el minuto de silencio.
Para brindarle una victoria, el Rayo saltó al césped muy bien plantado, tratando de llevar la iniciativa ofensiva y, en la primera parte, las dos mejores ocasiones fueron suyas y en ambas con el mismo protagonista, Raúl de Tomás, que volvió a ser titular en Liga después de tres partidos como suplente sin jugar.
En la primera ocasión, a los 27 minutos, De Tomás remató cruzado dentro del área un balón que despejó con mucho acierto Vicente Guaita, que justo antes del descanso volvió a salvar a su equipo con una buena estirada a un cabezazo del delantero madrileño.
El Celta, al que no se le vio cómodo sobre el césped, no ofreció muchos recursos en ataque, en el que no estuvo Iago Aspas, suplente, que fue sustituido por el griego Anastasios Douvikas, que no aprovechó su oportunidad.
El equipo gallego, con los peores números de su historia en ochenta años y con una sola victoria en quince jornadas, dio muestras de las carencias técnicas en su juego con pocas ideas en su centro del campo, en el que Luca de la Torre y Renato Tapia no supieron imponerse al dominio de los locales.
En la segunda parte el Rayo siguió llevando la iniciativa ofensiva y volvió a toparse con Guaita, primero tras un disparo de Isi Palazón y después en otro remate de Raúl de Tomás, tras una asistencia de Álvaro García, que desvió con una mano a un poste.
El Celta apenas creó peligro en la segunda mitad y su ocasión más relevante llegó a los 82 minutos cuando Kevin Vázquez disparó desde lejos y Stole Dimitrievski intentó atrapar el balón pero se le escapó y acabó cogiéndolo cerca de la línea.
En los minutos finales el Rayo trató de buscar el gol a la desesperada, sobre todo a raíz de la salida de Radamel Falcao y Bebé, que dieron una marcha más al juego de su equipo, lastrado por la impaciencia.
Con este resultado el Rayo se queda décimo con veinte puntos y el Celta de Vigo se mantiene en descenso con 18, como antepenúltimo de la clasificación.