La noche de domingo tuvo un desenlace fatal en un bar de la calle Pérez de la Sala, en Oviedo. Un hombre de mediana edad, cliente habitual del local, falleció tras caerse por las escaleras y golpearse la cabeza con la pared. En el bar, a escasos metros del Auditorio Príncipe Felipe, viven un día complicado donde se les hace difícil volver a la normalidad. «Era una persona muy conocida en la zona y todo el mundo lo quería mucho. Llevan viniendo amigos suyos a preguntar desde las 6 de la mañana», señala con pesar Marta Palacio, que regenta el establecimiento desde hace 25 años.
El accidente se produjo en torno a las 22.30 horas, cuando el cliente abandonó la barra para ir al baño. La muerte fue instantánea tras el fatal golpe y personó en el lugar de los hechos a la Policía Nacional, a la Policía Científica, a los Bomberos y al personal de la Funeraria. Desde el bar aseguran que el gran despliegue provocó que se arremolinase una gran cantidad de gente en la puerta, preguntando qué pasaba. A las 23.00 horas, avisaron al hermano del fallecido, que vive en Bélgica, para que fuese él quien le comunicase la triste noticia a su madre y a su hermana, residentes en Oviedo.
Los trabajos para sacar el cadáver del bar se alargaron hasta la 1.30 de la madrugada. Su traslado fue muy complicado, ya que el cliente fallecido tenía un gran sobrepeso y había que cargar el cuerpo por una escalera en curva y estrecha.
La dueña del bar, que se encontraba celebrando su cumpleaños, recibió el aviso del suceso de una de sus camareras, que solo llevaba dos meses trabajando allí. «Lo vi en las imágenes de la cámara y es algo para lo que no estás preparada nunca», explica. Sobre el fallecido dice que siempre lo recordará riendo y haciendo chistes. «Cuando venía al bar era la guinda del pastel. Sus amigos están consternados», zanja.