La próxima elaboración de las cuentas públicas o los Presupuestos del Estado requiere de los lectores la comprensión de conceptos como déficit o deuda pública, diferenciándolos claramente de lo que esos términos significan para las cuentas de particulares y empresas.
El déficit público es la diferencia entre los ingresos y los gastos de un año determinado.
Por deuda pública o deuda soberana se entiende al conjunto de deudas que mantiene un Estado frente a los particulares u otros países. Requiere formas de obtener recursos financieros por parte del Estado o cualquier poder público, materializado normalmente mediante emisiones de títulos de valores o bonos. Incluye la deuda externa y la deuda interna.
Deuda pública no es como la deuda de los particulares
El concepto deuda es distinto para las cuentas públicas que para una empresa o para los particulares. Si para una empresa un nivel de endeudamiento elevado puede suponer una seria amenaza para su supervivencia (en el caso de que el desequilibrio entre ingresos y gastos sea crónico o estructural), en el caso de los estados ese elemento es un instrumento de redistribución para las políticas económicas. La deuda puede ser compensada mediante instrumentos como títulos de deuda (bonos, obligaciones, etc) y es imprescindible para acometer estrategias de política económica.
Deuda y confianza en las instituciones
La teoría monetaria moderna establece que la deuda pública no implica la devolución de la deuda en su totalidad en ningún momento. Si un país dispone de un banco central, ese banco central puede afrontar la deuda por la confianza de los mercados. Esta teoría es discutida por los economistas ortodoxos, aunque la última crisis económica desatada por la pandemia ha demostrado que el respaldo del banco central y la redistribución de recursos ha sido la adecuada frente a la seguida en el 2008. En aquel momento, los límites de deuda y déficit solo sirvieron para agravar la situación de la población en unos momentos de inflación y sin perspectivas de que esos precios vayan a bajar.
Consejo de Política Fiscal y Financiera
El Gobierno ha convocado para este lunes al Consejo de Política Fiscal y Financiera (CPFF) con el objetivo de informar a las comunidades autónomas de los objetivos de estabilidad que servirán de referencia para preparar los Presupuestos Generales del Estado (PGE) de 2024. De cara al próximo ejercicio, el Gobierno -en ese momento en funciones- remitió en octubre el plan presupuestario de 2024 a Bruselas, que incluía una previsión del déficit en el entorno del 3% para el año próximo y una ratio de deuda pública por debajo del 110% del PIB ya para 2023.
Evaluación de la Comisión Europea
La Comisión Europea ha dado ya su visto bueno al proyecto presupuestario de España, pero ha instado al nuevo Gobierno a presentar un plan actualizado «lo antes posible», ya que el actual fue remitido en octubre por el Ejecutivo en funciones -como el caso de Eslovaquia, Luxemburgo y Países Bajos-, al tiempo que advertido de que el país afrontará una situación fiscal «muy difícil» en 2024 con un déficit por encima del límite del 3% y una deuda «bastante elevada».
Déficit autonómico y estatal
El plan contempla una flexibilización del déficit para las comunidades autónomas en 2024, con una tasa del 0,1%, frente al equilibrio presupuestario recogido en el Programa de Estabilidad del pasado abril. Esa décima de más margen para las comunidades autónomas será asumida por la Administración Central, cuyo déficit en 2024 será del 2,9%, frente al 3% de la previsión anterior.
Déficit de la Seguridad Social
Por su parte, la Seguridad Social mantiene el déficit previsto en el 0,2% para 2024, tal y como figuraba en el Programa de Estabilidad. Para las entidades locales se mantiene también la proyección de un superávit del 0,2% para el próximo año.