Acabado el partido, con Xavi desfilando rápidamente hacia los vestuarios, Míchel se marchó al centro del campo. Ahí estaban sus jugadores saltando para celebrar tal si fuera un título. Y lo era, sin duda alguna. Lo era ese 2-4 que desnudó al Barça, que encajó la peor de las derrotas. La derrota en mayúsculas. Perdió ante lo que quiso ser. Lo que quería ser. Y todavía no es. Perdió el Barcelona. Ganó el Girona por vez primera y se coloca con siete puntos de diferencia.
«Es el líder, y ahora más, ha sido muy merecido lo que ha hecho Míchel y el Girona. Ha sido espectacular. Si gana el Barça hoy también podemos decir que es justo, nos ha faltado la efectividad y los errores en defensa han pasado factura, tuvimos el 2-1 y el 3-3″, contó Xavi.
«Hemos dominado el partido, pero el Girona ha sido el que ha pegado el puñetazo primero, con el 1-3 ha sentenciado. Hemos estado bien en el juego, un poco espeso«, comentó el entrenador azulgrana, indicando que era «un golpe duro y un paso atrás», al tiempo que admitía que el Barça «es un equipo en construcción, esa es la realidad».
Los «pequeños detalles»
En ese sentido, Xavi quiso lanzar un mensaje de calma, consciente de la erosión que le supondrá esta derrota. «Esto implica dar pasos adelante y atrás, creo que hay que seguir en este camino, no dudar ni temblar, tenemos que seguir trabajando. Ha sido un partido del KO, el que pegaba el puñetazo se lo llevaba» confesó el técnico.
Y el puñetazo se lo propinó el Girona al Barcelona. «Estoy muy, muy feliz, nos hemos encontrado a un gran Barça, ellos han empezado muy fuerte, acertamos en una contra con el 0-1 y, para mí, Miguel ha sido un jugador diferencial», argumentó Míchel, indicando que se llevó el triunfo gracias a «los pequeños detalles porque hemos acertado de cara a puerta, es mi partido 100 en Primera y es la primera vez que gano al Barça. Es la felicidad plena, la felicidad completa», contó el técnico de Vallecas.
«Mis jugadores han demostrado una mentalidad brutal, han ganado duelos«, contó Míchel, quien se abrazó a Juan Carlos Unzué, el extécnico, entre otros equipos, del Girona. Se abrazó feliz y sonriendo porque es líder de Primera ubicado en la cumbre del paraíso.