Dos fueron las grandes promesas de Carlos Mazón durante la campaña electoral que le llevaría a presidir la Generalitat. Una, la de acabar con lo que él denominaba «infierno fiscal» en la Comunitat, y la otra, la de simplificar y agilizar los trámites burocráticos con la finalidad de facilitar la actividad económica y evitar esperas eternas a los ciudadanos, algo para lo que se fijó un plazo de un año en la Noche de la Economía Alicantina para lograr avances. Y en ello está trabajando el Consell.
En el caso de la fiscalidad, ya se han dado pasos en los últimos meses con la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones, tipos reducidos en el de Transmisiones Patrimoniales y una serie de deducciones en el IRPF, mientras que en la simplificación administrativa es ahora cuando también se ha empezado a trabajar en una hoja de ruta basada en la digitalización y la externalización.
Y es que el Gobierno autonómico trata de acelerar trámites y reforzar la coordinación de los diferentes departamentos haciendo uso de las nuevas tecnologías, en una estrategia que se combina, al mismo tiempo, con acuerdos con entidades profesionales y jurídicas que puedan contribuir también a estos mismos objetivos.
Supresión de impuestos
Mazón quiso que la primera reunión del pleno del Consell, celebrada en Alicante, estuviese cargada de simbolismo y fuese el pistoletazo de salida al cumplimiento de su promesa de rebajas fiscales, motivo por el que en esa sesión se aprobó el inicio de los trámites para la supresión del Impuesto de Sucesiones y Donaciones.
Después llegarían deducciones en el IRPF para gastos oftalmológicos, salud bucodental y mental, práctica deportiva, y enfermedades crónicas de alta complejidad y alzhéimer, a lo que se sumaron tipos reducidos y deducciones en el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales para facilitar la compra de viviendas a jóvenes y mujeres víctimas de la violencia machista.
Iniciado el proceso en este sentido, faltaba por ver lo que sucedía con el otro compromiso, el de la agilización y simplificación de los trámites burocráticos, un objetivo ambicioso y de suma complejidad, y en el que el tiempo ya empieza a acuciar si lo que se quiere es cumplir con el plazo dado de un año para ver avances.
Simplificación administrativa
El primer paso en este sentido se dio el pasado mes de octubre con la creación de una dirección general específica de Simplificación Administrativa, encabezada por el ingeniero en Telecomunicaciones Francisco Ortega, que ya está trabajando para eliminar pasos innecesarios y recortar plazos.
Siempre, como ha venido defendiendo el propio presidente de la Generalitat, con el objetivo de facilitar cuestiones como la puesta en marcha de un negocio, la reforma de una vivienda o la relación con la Administración.
Y la hoja de ruta ya se está perfilando, con diferentes medidas que se están empezando a implementar. Una de las principales estrategias, de entrada, pasa por la digitalización de los diferentes procesos administrativos.
Coordinación
Lo que se persigue es mejorar la coordinación y suprimir trámites que resulten prescindibles, sobre todo en aquellos asuntos que requieren de la intervención de distintos departamentos, como es el caso, sin ir más lejos, de la concesión de autorizaciones para la construcción de plantas fotovoltaicas, algo que corresponde a la Conselleria de Innovación, Industria, Comercio y Turismo, pero que también necesita de informes de Medio Ambiente, Agua, Infraestructuras y Territorio. De hecho, el departamento dirigido por Nuria Montes ya ha lanzado una plataforma digital, accesible a través de internet, a través de la cual se podrán presentar documentos y realizar un seguimiento de los expedientes, siempre también con el objetivo de evitar que se puedan producir duplicidades. Un modo de operar que se pretende extender a otros departamentos.
La otra pata sobre la que se sustenta lo que se ha dado en llamar el Plan Simplifica es la externalización de algunos de los trámites. Para ello, se está negociando con colegios profesionales y otras entidades de carácter jurídico la realización de gestiones que, ahora mismo, están colapsando el funcionamiento de las áreas que tienen una mayor carga de trabajo. También las conselleries de Medio Ambiente y la de Innovación están siendo pioneras en la aplicación.
El Gobierno autonómico no descarta impulsar refuerzos de personal en los departamentos que se encuentren más saturados, para dotarlos de mayor fluidez.