El Valencia no entiende el agravio comparativo con el que Cuadra Fernández trató a Javi Guerra en el Coliseum. El club asume que el joven futbolista se equivocó y deberá cumplir sanción por menospreciar al árbitro a grito de «¡Eres malísimo, malísimo!». Lo que no se comprende desde la entidad de Mestalla es la diferente vara de medir de los árbitros y más concretamente de Cuadra. ¿Por qué hay jugadores inmunes con licencia para protestar y otros no? ¿Por qué se juzga con doble rasero las mismas protestas o desconsideraciones? ¿Por qué a unos se les permite hablar y gesticular y a otros no?
Cuadra se atrevió con Javi en Getafe, pero no con Vinícius por ejemplo. El brasileño le apluadió en la cara a Cuadra hasta tres veces después de enseñarle la primera amarilla y no se atrevió a mostrarle la segunda. El madridista también llamó «loco» a Cuadra contra el Sevilla sin castigo. Un gesto llevándose el dedo a la sien que repitió delante de Munuera Montero ante el Valladolid. En ambos casos el extremo blanco no recibió ninguna sanción. Javi no saldrá inmpune. Igual que Mestalla con el episodio racista o José Luis Gayà con sus protestas al árbitro. La lista de agravios cada vez es más larga.
Sanción
El centrocampista del Valencia se expone a una sanción mínima de dos partidos por «menosprecio» o «desconsideración» al árbitro. En ambos casos el reglamento establece que «Dirigirse a los/as árbitros/as, directivos/as o autoridades deportivas en términos o con actitudes de menosprecio o de desconsideración. o protestar, siempre que la acción no constituya falta más grave, se sancionará con suspensión de dos a tres partidos o por tiempo de hasta un mes». La sanción podría llegar a ser de cuatro si se entendiera como «una actitud contraria al buen orden deportivo», que no es el caso. Javi Guerra podría perderse los dos últimos partidos de 2023 contra el Barcelona (16 de diciembre) y el Rayo Vallecano (19 de diciembre).
El de Gilet podría no volver a los terrenos de juego hasta el Valencia-Villarreal del 2 de enero de 2024 en Mestalla. Rubén Baraja se verá obligado a improvisar un nuevo centrocampista al menos el sábado contra el Barça. La plantilla le permite tres alternativas: Selim Amallah, Hugo Guillamón o Mouctar Diakhaby si finalmente no vuelve al centro de la defensa como consecuencia de la baja por sanción de Gabriel Paulista.
Precedentes
Hace un mes el Comité de Competición sancionó con dos partidos al preparador físico del Celta Álex Andújar por decirle «¡Qué malos sois! ¡Siempre lo mismo!». El colegiado del Celta-Sevilla, Hernández Hernández lo recogió así en el acta arbitral: «Una vez finalizado el partido, y cuando íbamos camino de abandonar el terreno de juego, el técnico del RC Celta Alejandro Andújar de la Cruz se dirigió a mi asistente número 1 en los siguientes términos: «¡Qué malos sois! ¡Siempre lo mismo!». Además, se estableció una multa accesoria de 700 euros al club y de 600 al infractor. En aquel partido Iago Aspas tiró al suelo el monitor del VAR, pero no fue sancionado porque el incidente no se registró ni en el acta ni en el informe del delegado federativo. Competición no entró de oficio. Semanas después, el 29 de noviembre, el capitán del Sevilla Jesús Navas fue castigado con dos partidos por «actitudes de menosprecio o desconsideración hacia los/as árbitros/as, directivos/as o autoridades deportivas» por «golpearse el rostro con la palma de la mano en repetidas ocasiones, en señal de protesta después de tomar una decisión».
Perdón
Javi Guerra pidió perdón en sus redes sociales a la finalización del partido. El canterano asumió las consencuencias, pero mostró su descontento por el trato arbitral recibido hacia al equipo. «El partido de hoy no ha ido como queríamos, por eso quiero pedir perdón a todos los valencianistas. Asumo las consecuencias, aunque no esté de acuerdo con el trato recibido hacia el equipo. Toca levantarse, trabajar y seguir remando juntos para lo que viene». Pepelu no escondió la «chulería» con la que fueron tratados por Cuadra Fernández desde el minuto uno. «Creo que toda España se estará preguntando muchas cosas, porque el espectáculo no ha sido lo que se merece la Liga. No ha sido un partido tan duro como para tres rojas. No me gusta que nos traten así. Son chavales honrados, pero cuando te tratan desde el minuto 1 con esa chulería es difícil jugar. Estamos metidos con muchas pulsaciones, imagino que él también. Pero todos tenemos que ser iguales y el tono no ha sido el adecuado», denunció Pepelu.