Quintero sueña con una nueva vida al lado de Silvia y, a pesar de que la noticia de su embarazo ha sido un shock, está contemplando la posibilidad de asumir la responsabilidad de ser el padre de su bebé.
Mientras estaban hablando en casa sobre el futuro, la mente del abogado se ha sumergido en la fantasía de ser marido y padre a la vez. Sin embargo, en su imaginación, no todo es perfecto; las preocupaciones cobran protagonismo, especialmente cuando Marcelino comparte sus consejos paternales, generando ciertas inquietudes en él.
El miedo a no estar a la altura y la sombra de su edad crean un dilema en la mente de Quintero, llevándolo a hacerse muchas preguntas.
No cabe duda de que el embarazo de Silvia ha trastocado los planes de ambos pero, ahora, debe tomar la decisión más importante de su vida: ¿está decidido a declarar su amor a Silvia y ser el padre que ese bebé necesita? Solo el tiempo dará la respuesta.