La actual vicepresidenta económica del Gobierno de España, Nadia Calviño, será la nueva presidenta del Banco Europeo de Inversiones (BEI) tras sumar los apoyos necesarios que la convertirán en la primera mujer en presidir el el brazo financiero de la Unión Europea (UE).
Tras meses de intensas negociaciones, los países que forman el bloque comunitario han llegado a un acuerdo este viernes que garantiza que Calviño relevará al alemán Werner Hoyer al frente de esta institución financiera a partir del próximo 1 de enero de 2024. En vista de los apoyos concitados por Calviño, la liberal danesa Margrethe Vestager, comisaria europea de Competencia y principal rival de Calviño para el cargo, optó por retirar su candidatura.
La presidencia del BEI es una posición especialmente deseada, pues quién lo lidere jugará un papel crucial en el reparto de miles de millones de euros en préstamos para grandes proyectos de infraestructuras y climáticos en el continente, así como para la reconstrucción de Ucrania tras la guerra.
Países con más voto
Oficialmente, el candidato ganador necesita el apoyo de 18 Estados miembros que representen el 68% del capital del BEI. Sin embargo, según informa Politico, los ministros de Economía y Hacienda reunidos en Bruselas no han votado porque Calviño era la única candidata capaz de lograr esa respaldo mayoritario.
Además de España, un sostén crucial para el triunfo de Calviño ha sido Alemania, que representa casi el 19% del capital de la entidad. El canciller alemán, el también socialdemócrata Olaf Scholz, anunció a principios de noviembre que daría su voto a la candidata española.
Los otros dos países con alrededor de un 19% del voto son Francia e Italia. En un principio, los franceses no habían respaldado públicamente a ningún candidato, pero podrían haberse decantado por Calviño. Este viernes, el ministro de finanzas galo, Bruno Le Maire, la ha felicitado citando «la transición verde, la defensa y la energía nuclear» como sus prioridades.
Por su parte, la presidenta italiana, Giorgia Meloni, ya advirtió la semana pasada de que apoyaría a su candidato, Daniele Franco, y de que, de no hacerlo, optaría por Vestager. Se desconoce si, tras la retirada de la liberal danesa, Roma habría acabado por tender la mano a Madrid.
¿Malas prácticas?
Calviño también han contado con el resplado de Bélgica. Su apoyo, anunciado la semana pasada por el ministro belga de Finanzas Vincent van Peteghem, ayudó a impulsar la candidatura de la española. El también viceprimer ministro belga ha encabezado las consultas entre los accionistas del BEI, pues actualmente preside su Consejo de Gobernadores. Eso hizo que su apoyo despertase la indignación de los países que apoyaban a Vestager, que denunciaron malas prácticas, según adelantó POLITICO.
Las informaciones publicadas en los últimos días señalan que tanto Dinamarca como Polonia se habrían posicionado a favor de sus candidatos y, por ende, en contra del liderazgo de Calviño. En un principio, los países del norte de Europa se habrían decantado por la danesa Vestager, mientras que los del sur lo habrían hecho en favor de la española. Sin embargo, POLITICO ya apuntó hace una semana que funcionarios de la UE especulaban en privado «con la posibilidad de que los gobiernos del norte de Europa la apoyen (a Calviño) como moneda de cambio para garantizar que la revisión prevista de las normas de gasto del bloque se traduzca en unos objetivos de deuda y déficit más estrictos de lo que serían de otro modo». De ser así, el triunfo español no habría sido gratis.