Pedro Sánchez busca recobrar el pulso con su oferta a Alberto Núñez Feijóo de abrir una comisión de trabajo para acordar grandes pactos como la renovación del CGPJ. Del mismo modo, persiste en el intento de pedagogía para digerir la amnistía. Ya la iguala con la Transición o le atribuye valores de la Constitución. «Los populares todavía deben entrar en razón», recalcan en las alturas. La Moncloa ha diseñado una estrategia a cuentagotas destinada a recolocar al presidente en el centro de la escena con su virtual mano tendida. Enconadas aún más las relaciones, el entorno presidencial enfría las expectativas.

Todos los pasos van encaminados en esa dirección, desde el anuncio hace varios días de una llamada aún en el aire a la voluntad de reunirse este mismo mes, incluida ahora la escenificación de ese diálogo, vía la creación de una comisión de trabajo con la renovación del Consejo General del Poder Judicial como uno de los platos fuertes. En el entorno presidencial le confieren oficialmente la máxima relevancia, hasta presumen de contar con la mediación ante el PP de Vicente Guilarte. Con estos mimbres, el pregonado acercamiento a Feijóo ha seguido fuera del guion de Sánchez y solo ha disparado el enfado de la oposición.

La negativa de Alberto Núñez Feijóo

Según ha sabido COPE y como cuenta Maribel Sánchez, «los populares han mostrado su sorpresa al ver que es la misma forma de negociar en comisión que ha ofrecido a Junts y ERC«. Las fuentes consultadas por COPE «aseguran que si no van a cambiar la ley de amnistía pueden ahorrarse la llamada». Como expone Maribel Sánchez, «a los de Feijóo les parece esta reunión lo mismo que le han exigido a Sánchez desde Junts y ERC. Además, ironizan y le preguntan al presidente si será en territorio nacional o se tienen que ir al extranjero a negociar».