Estados Unidos ha vuelto a usar su poder de veto en el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y este viernes por la tarde ha frenado una resolución que urgía a un alto el fuego humanitario inmediato para Gaza. El Reino Unido, otro de los cinco miembros con derecho a veto, se ha abstenido frente a un texto a cuyo favor han votado los otros 13 miembros del Consejo.

La postura de Washington se anticipaba. Por la mañana, en otra sesión del Consejo, la había adelantado Robert Wood, el mismo representante de la legación estadounidense que se ha quedado solo alzando su mano en contra de la resolución que había preparado Emiratos Árabes Unidos y a cuya esponsorización se habían sumado en solo 24 horas más de 97 naciones, incluyendo España.

Ese posición de EEUU, el más firme aliado de Israel, no es nueva. Ya en octubre Washington usó su poder de veto para frenar una resolución de Brasil que entonces llamaba a «pausas humanitarias», alegando en ese momento que se necesitaba más tiempo para la diplomacia. Pero esta vez su decisión de no respaldar la resolución de Emiratos, la sexta desde que se inició la crisis el 7 de octubre que aborda el Consejo, representa un mazazo añadido para los palestinos pero también para la ONU y para su secretario general, António Guterres.

El luso tomó el miércoles la decisión, sin precedentes durante su mandato y con solo cuatro antecedentes en la historia de la organización, de invocar el artículo 99 de la Carta de Naciones Unidas. Esa herramienta permite a un Secretario General llevar ante el Consejo cualquier cuestión que considere que amenaza el mantenimiento de la paz y la seguridad mundial”.

 

Asomados al abismo

En la sesión matutina del Consejo, Guterres ha subrayado que la situación en Gaza es crítica y “simplemente insostenible” y ha hablado de “un punto de inflexión”, en el que, según ha dicho, “el pueblo de Gaza se asoma al abismo”. “Hay un elevado riesgo de que colapse por completo todo el sistema de apoyo humanitario en Gaza”, ha advertido, alertando de que ese derrumbe tendría “consecuencias devastadoras” tanto para Gaza como para la seguridad de toda la región.

Guterres, que sigue bajo ataques constantes y llamadas a la dimisión de Israel, ha vuelto en suu intervención a condenar sin ambages los ataques de Hamás del 7 de octubre y la toma de rehenes e indignado por los reportes de violencia sexual, pero también ha asegurado que “la brutalidad perpetrada por Hamás nunca puede justificar el castigo colectivo del pueblo palestino”.

Guterres también ha señalado como violaciones del derecho internacional los ataques con cohetes de Hamás a Israel y el uso de civiles como escudos humanos pero ha añadido que “esa conducta no absuelve a Israel de sus propias violaciones”.

El derecho humanitario internacional no se puede aplicar de forma selectiva y la obligación de seguirlo no depende de la reciprocidad”, ha dicho Guterres tras recordar la obligación de proteger a civiles, cumplir los principios de proporcionalidad y asegurar la entrega sin trabas de ayuda humanitaria. Pero, como ha recordado el portugués, en Gaza “ya no existen las condiciones para la entrega efectiva de ayuda humanitaria”.

 

Una resolución sin perspectivas

A la hora de defender su negativa a apoyar un alto el fuego inmediato, Wood, el representante estadounidense, ha argumentado que el cese de hostilidades “solo plantaría las semillas de la próxima guerra«. Mientras, la representante del Reino Unido, ha explicado su abstención argumentando que la resolución no condena expresamente las atrocidades del 7 de octubre.

La postura de Washington similar a la que ha defendido ante el Consejo por la mañana el embajador de Israel, Gilad Erdan, que alegaba que “un alto el fuego significa que seguirá el sufrimiento de todos”, mientras Riyad Mansour, representante palestino, recordaba la urgencia de conseguirlo. “Muéstrennos respeto no en palabras sino con acciones, muestren respeto por nuestras vidas, por nuestros derechos”, ha clamado.

Antes de que se produjera la votación, y aunque se anticipaba el resultado, el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, no ha querido contestar qué pasos podría dar el secretario general a partir de ahora, después de haber invocado ya el artículo 99. “El próximo paso es ir paso a paso”, ha dicho.