El embajador adjunto de Estados Unidos ante Naciones Unidas, Robert Wood, ha declarado este viernes ante el Consejo de Seguridad de la ONU su rechazo a un alto el fuego inmediato en Gaza porque supondría un obstáculo a sus particulares esfuerzos diplomáticos.

«Un alto el fuego terminaría con la guerra hoy, pero el conflicto continuaría para siempre», ha indicado Wood en la sesión extraordinaria con motivo de la invocación del artículo 99 formulada por el secretario general de la ONU, António Guterres, para pedir a título personal el fin temporal de las hostilidades.

En este sentido, y como ha hecho en otras reuniones del Consejo de Seguridad sobre la guerra de Gaza, la representación estadounidense ha lamentado el «fracaso del Consejo a la hora de condenar los ataques» de Hamás y subrayado «la desconexión fundamental en las conversaciones en esta cámara y la realidad».

«Aunque EEUU apoya una paz duradera, no respaldaremos una llamada al alto el fuego inmediato porque Hamás no está buscando ni una paz duradera ni una solución de dos estados», ha indicado Wood, antes de trasladar sus condolencias al secretario general por la muerte de 130 trabajadores humanitarios en ataques israelíes desde el inicio del conflicto.

La negativa al alto el fuego, ha indicado Wood, «no cambia la noción estadounidense de que la forma en que Israel se defiende es importante, y que debe respetar el Derecho Internacional y minimizar el daño a los civiles».

Asimismo, y tras condenar una vez más los ataques de colonos israelíes en Cisjordania, el embajador adjunto ha insistido en que «Israel debe evitar nuevos desplazamientos masivos de civiles en Gaza» y que los civiles gazatíes deben tener la oportunidad para regresar a sus hogares en Gaza, porque Estados Unidos «no aceptará un realojamiento prolongado».