En un contragolpe, Moleiro y Munir se asociaron para dar el pase de ronda al conjunto insular
El equipo navarro luchó hasta el punto en que soñó con llegar a los penaltis, pero el sueño se frustró en el 124′
Un gol de Munir El Haddadi en la última jugada de la prórroga dio la clasificación para la siguiente ronda de la Copa del Rey a la Unión Deportiva Las Palmas ante el Tudelano, equipo de Segunda Federación, cuyo sobresaliente partido ante un rival de la máxima categoría tuvo un desenlace cruel (1-2).
El conjunto navarro, que completó un gran encuentro y estuvo a punto de forzar los penaltis, tuvo un saque de esquina a su favor en la que parecía ser la última jugada del choque, y se vio sorprendido en el posterior contraataque, conducido por Moleiro y finalizado por Munir con un disparo que el portero local intentó atrapar, y el balón se le coló por el palo largo haciendo una parábola.
El Tudelano estuvo muy cerca del milagro y ya había dado síntomas de ello en una notable primera parte. A pesar de un disparo al palo de Marc Cardona tras un error defensivo, los locales dispusieron de las mejores ocasiones, que desbarató un inspirado Aarón Escandell.
Las Palmas sufrió de entrada a balón parado en saques de esquina y faltas laterales. Borja Vicent disparó alto en el minuto 5, en el primer aviso blanquinegro. Un fallo en la entrega propició un mano a mano de Marc Cardona ante el portero local pero el delantero catalán disparó a la base del poste derecho de Pablo García.
Desde entonces, el Tudelano comenzó a acumular llegadas con mucho peligro, sorprendiendo casi siempre a la espalda de la defensa amarilla, donde el zurdo neerlandés Sinkgraven, como lateral derecho, sufrió para contener los avances locales.
Álvaro García y Dani Santigosa comenzaron a poner a prueba a Escandell, quien también tuvo que intervenir en una llegada desde atrás del lateral Mario Sánchez y en un disparo de Irurita desde la frontal del área.
El equipo grancanario acaparaba el balón pero lo hacía circular con lentitud, de forma muy previsible, pero en una jugada rápida y al primer toque, casi de videojuegos, desnudó al Tudelano por el centro con pase final de Marc Cardona a Sory Kaba para que el delantero empujara el balón a puerta vacía en el minuto 38.
Fue un durísimo castigo para un Tudelano que había merecido mejor suerte, pero antes del descanso encontró el justo premio tras una imprudencia de Pejiño, con una entrada por detrás a Colau dentro del área; el penalti lo convirtió Joel, engañando por bajo a Escandell, y dejando la eliminatoria abierta para la segunda parte.
No cambió el guión tras el descanso, aunque con el condicionante del desgaste acumulado por todos los futbolistas; el Tudelano seguía defendiendo con orden, sin hacer cambios -solo cuatro jugadores de campo como suplentes- y amenazando en las transiciones, aunque sin tanta frecuencia como en el primer periodo.
El guardameta Pablo García rechazó una falta de Benito Ramírez en el minuto 70, pero el Tudelano también tuvo otra clara ocasión en una indecisión defensiva amarilla con disparo raso de Joel que una vez más desbarató Escandell en el minuto 83.
El equipo navarro hizo su primer cambio en el minuto 86 y sobrevivió hasta el final del tiempo reglamentario para forzar una insospechada prórroga.
En el tiempo añadido, y a pesar de la presencia en el campo de jugadores como Moleiro, Saúl Coco, Munir o Julián Araujo, Las Palmas continuó su particular atasco ante un rival fiel a su plan de partido, muy junto por el centro, tapando todos los carriles interiores, aunque ya muy fatigado, casi sin oxígeno para buscar la portería rival, pero con una última opción: llegar a los penaltis.
Los amarillos apretaron en la segunda parte de la prórroga, con disparos de Munir, Julián Araujo y Saúl Coco, y con balones aéreos en busca de Sory Kaba, pero encontró el premio de la forma más inesperada: córner en contra, y contragolpe de Moleiro que finalizó Munir de fuerte disparo, con un error del portero local. No hubo tiempo ni para sacar de centro y el Tudelano se quedó con la miel en los labios, en un cruel final para su sueño copero.