Italia ha abandonado definitivamente la nueva Ruta de la Seda china. Roma pone fin así a las inquietudes y recelos de sus aliados, sobre todo de Washington, por la anomalía de ser el único país del G7 en integrar desde 2019 el ambicioso proyecto de Pekín de infraestructuras para conectar Europa, Oriente Medio y Asia. El esperado anuncio, que ha sido comunicado extraoficialmente por el Gobierno transalpino —a través de fuentes gubernamentales anónimas, no desmentidas—, no podía haber sido más estridente. Se produce, de hecho, tan solo cuatro meses antes de que el pacto con Pekín caducara, por el vencimiento del plazo acordado para su duración, en marzo de 2014.
Y esto, según una reconstrucción hecha por el diario ‘Il Corriere della Sera’, habría sido por petición expresa de Pekín, que pidió una notificación oficial de salida, lo que finalmente se concretó en una carta enviada a la embajada china en Italia. En la misiva Roma habría transmitido a las autoridades chinas que, pese a su decisión, mantiene su amistad y su compromiso de apoyar las relaciones económicas estratégicas.
Único dentro del G7
La entrada de Italia en el proyecto chino fue decidida por el líder del populista Movimiento 5 Estrellas, Giuseppe Conte, entonces primer ministro italiano. La actual primera ministra, la atlantista Giorgia Meloni, nunca escondió su malestar por un acuerdo que establecía un canal privilegiado entre Italia y Pekín. En estos años el plan no arrojó particulares beneficios para Italia, lo que habría ayudado a darlo por concluido.
Aun así Meloni ha intentado hacer equilibrios para no molestar al gigante asiático. «Tanto Italia como China son conscientes de la importancia de mantener y fortalecer las relaciones. En la mayoría de casos, en la política internacional gana el pragmatismo, confío en que esta vez también será así», explicaba Meloni en septiembre pasado.
«China se opone a la denigración y sabotaje de la iniciativa. La división entre campos provoca separación«, respondió el jueves el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, que, sin embargo, no mencionó expresamente a Italia. Eso sí, añadió, 150 países, incluida Italia, participaron en octubre en reuniones relacionadas con el proyecto.