Después de tres meses de intensas negociaciones, la propuesta de compromiso presentada por la Presidencia rotatoria de la UE, que ostenta España, sobre la reforma de las reglas fiscales empieza a abrirse camino entre los Veintisiete. El documento remitido por el equipo de la vicepresidenta Nadia Calviño satisface «en un 90%» a París y Berlín, según ha cuantificado el ministro de finanzas francés Bruno Le Maire, aunque los países más frugales, con el alemán Christian Lindner a la cabeza, insisten en que quedan flecos “clave” por resolver, lo que augura todavía negociación por delante en la noche de este jueves y a lo largo del viernes.

“Espero que la reunión sea fructífera, hemos advertido a los ministros que la noche va a ser larga y nuestro objetivo es que haya un acuerdo político en esta reunión del Ecofin” (el viernes), ha avisado Calviño a su llegada a la reunión del Eurogrupo a la que seguirá una cena de trabajo “sin hora” de cierre. “Dedicaremos el tiempo que haga falta para lograr el acuerdo”, ha añadido sobre un pacto que empieza a acariciar tras meses de complicadas negociaciones. “Sabemos que aún hay diferencias entre los Estados miembros, pero si el enfoque es constructivo estas diferencias son salvables. Es factible finalizar estas discusiones hoy o mañana”, ha valorado esperanzado el vicepresidente de la Comisión, Valdis Dombrovskis.

Aunque la mayoría de los ministros coinciden en la urgencia de cerrar las nuevas reglas, el comisario italiano Paolo Gentiloni, cifraba este jueves en apenas «un 51%” las posibilidades de éxito. “Necesitamos más ambición para combatir los déficits excesivos. No soy tan optimista porque hay cuestiones políticas y técnicas abiertas. El diablo está en los detalles y tenemos que ser muy precisos en lo que decidamos”, advertía también la finlandesa Riikka Purra, que defiende reglas “suficientemente estrictas pero aplicables”.

Para Calviño, el hecho de que haya críticas de los frugales, con Alemania a la cabeza, y de los países defensores de una mayor flexibilidad, como Francia e Italia, indica que van por el buen camino y que “la propuesta de la presidencia española ha encontrado el buen equilibrio”, con un único indicador de seguimiento como será la senda de gasto y con reglas “más fáciles de aplicar, más realistas, adaptadas a la realidad económica que tenemos después de la pandemia y que garanticen la sostenibilidad de manera compatible con las inversiones que tenemos que apoyar en los próximos años”, ha dicho.

Recorte de la deuda

Este equilibrio se fundamenta en buena parte de las exigencias numéricas que había puesto sobre la mesa Berlín para garantizar que los países cumplen y reducen sus ratios de déficit y deuda: un recorte medio mínimo de la deuda de un 1% al año para los países que, como España, tienen un ratio de endeudamiento superior al 90% del PIB (del 0,5% para los países con ratios de entre el 60 y 90%); el compromiso de establecer un colchón fiscal (a partir de la exigencia de un déficit de tan solo el 1,5% del PIB incluso para los países con desequilibrios inferiores al 3% para garantizar un margen presupuestario en caso de “shocks”) y un ajuste mínimo anual del 0,5% del PIB para los países con un déficit público superior al tope del 3% y sujetos al procedimiento de déficit excesivo.

“Alemania viene hoy a Bruselas sabiendo que es posible llegar a un acuerdo y que también tenemos la voluntad de llegar a un acuerdo. Hemos hablado muy intensamente en los últimos días y semanas, especialmente con nuestros amigos y socios franceses. Hemos dado grandes pasos y se puede decir que Alemania y Francia están ahora de acuerdo en un 90% en cuestiones clave”, ha dicho el alemán Lindner para quien todavía “quedan preguntas sin respuesta”. Entre los escollos por resolver está por ejemplo el esfuerzo exigido a los países bajo procedimiento de déficit excesivo.

Francia pide más flexibilidad

A última hora, el francés Le Maire ha puesto una nueva línea roja sobre la mesa. Francia reclama una flexibilidad adicional de dos décimas para los países con expediente por déficit excesivo. “Hemos aceptado conservar el procedimiento de déficit excesivo, una cláusula de salvaguarda para la deuda con la reducción de 1 punto al año, una cláusula de salvaguarda del déficit del 1,5%”, ha enumerado este jueves Le Maire, sobre todas las concesiones que hacia Berlín.

“Estimo que Francia ha hecho todos los movimientos necesarios para llegar a un acuerdo. Es la prueba de que queremos reglas serias y convincentes. Pero queda una línea roja que Francia no va a sobrepasar”, ha advertido reclamando flexibilidad para que los Estados miembros puedan hacer ajustes más limitados cuando estén bajo procedimiento sancionador -previsiblemente diez países en 2024– para poder seguir invirtiendo en las prioridades europeas y haciendo reformas. “Es una petición totalmente razonable y responsable. No queremos que durante 4 años se limite la capacidad de hacer una Europa próspera. Sería contraproducente, un error económico y político”, ha avisado insistiendo en que la UE debe conservar la incitación a invertir para que Europa no se quede atrás en la carrera de la innovación frente a Estados Unidos.

¿Calviño, al BEI?

De la reunión del Ecofin este viernes no solo se espera un acuerdo sobre las reglas fiscales. También se espera poner punto final a la renovación de la presidencia del Banco Europeo de Inversiones, por cuyo puesto pelea Calviño. Fuentes diplomáticas dan por hecho que la vicepresidenta española es la única candidata que cuenta con apoyos suficientes y que así lo anunciará durante el desayuno de trabajo este viernes el ministro de finanzas de Bélgica, Vincent van Peteghem, que ostenta la presidencia de la junta de gobernadores del BEI.

Este jueves el Eurogrupo ha aprobado las recomendaciones por país sobre los planes presupuestarios para 2024. Al igual que Bruselas, los ministros de la Eurozona instan a España a enviar unas nuevas cuentas los antes posible y recomiendan una política fiscal “prudente”, señala la declaración que hace un llamamiento a los Estados miembros que todavía mantienen medidas “significativas” de apoyo a energético a eliminarlas gradualmente lo antes posible en 2024 y.a utilizar el dinero para reducir los déficits públicos.