El calendario cada vez está más apretado y surgen competiciones nuevas por todas partes en un mundo del fútbol con fuertes inversiones procedentes de fondos ansiosos de rentabilidad. Las instituciones construyen nuevos torneos para ingresar más, mientras los clubs soportan el pago de las fichas de los futbolistas y éstos juegan cada vez más encuentros. Pep Guardiola ya dijo en su día que el problema lo debían solucionar los jugadores.
Los actuales sindicatos de futbolistas defienden (y es lógico) los intereses de los jugadores más humildes, que son la mayoría y los que atraviesan o pueden atravesar por más problemas. Pero es necesario una asociación, un sindicato o un grupo que defienda los intereses de los futbolistas de elite, de los grandes clubs, porque son diferentes a los del resto. También juegan al fútbol, pero se deben a otros calendarios. Sus salarios son mucho más altos, pero su exigencia en el business deportivo también.
Los periodos de selecciones antes resultaban un descanso para los futbolistas de elite, ya que eran semanas de un cierto descanso de presión. Hoy son estresantes, con viajes muy largos y la tensión competitiva a flor de piel, pero sin retribución al mismo nivel del espectáculo que se ofrece. No es lo mismo un futbolista que juegue cada tres días la competición nacional, la internacional y la de selecciones que uno que solo actúe en la nacional. Pero los sindicatos no diferencian porque defienden la base más desprotegida. Falta, seguramente, la voz de los jugadores de elite, como agrupación, con capacidad de negociar con los organismos un calendario más ajustado y en el que no se produzcan tantas lesiones como las que existen ahora (el Madrid ha tenido esta temporada 13 futbolistas lesionados de una plantilla de 23). Se entendería que los intereses de cada cual se defendieran de forma diferente. La fuerza real para los más humildes la tienen los más grandes, pero también deben defender su espacio en el negocio o espectáculo del fútbol como también los clubs, que a la postre son los que se encargan de las fichas más altas.