«Vivimos en un esperpento valleinclanesco impropio de la España del siglo XXI (…) No hay ningún país que someta a sus diputados a un verificador con reuniones fuera de España. No hay ningún partido que esté a disposición de que un prófugo de la justicia decida cuanto va a durar la legislatura». Alberto Núñez Feijóo, líder del PP, ha cargado contra las cesiones de Pedro Sánchez ante el independentismo catalán y ha rechazado el argumento del jefe del Ejecutivo para defender la existencia de verificadores en sus reuniones con Junts y ERC.
Sánchez pidió a la derecha este lunes que deje de darse «golpes en el pecho» y recuerde que el Gobierno de José María Aznar se reunió con la banda terrorista ETA en Suiza [en 1999, en Zúrich]. Según Feijóo esta equiparación es falsa, porque tras aquellos contactos realizados por colaboradores estrechos de Aznar «se ilegalizó Herri Batasuna, se tipificó penalmente la kale borroka y etarras entraron en prisión».
En una entrevista en la cadena Cope, el actual presidente del PP ha dicho que aquel episodio «es exactamente lo contrario» a lo que está haciendo ahora Sánchez. «Lo lógico es que, si usted está negociando con una persona con una orden de busca y captura por el Tribunal Supremo [en referencia a Carles Puigdemont], lo primero es que no negocie y, en en caso de que se siente, le diga: ‘Yo voy a hacer todo lo posible para que comparezca ante el Tribunal Supremo de mi país y, por supuesto, no voy a aceptar que usted diga quién es el presidente del Gobierno’. Y, en este momento, Sánchez es presidente, porque le ha nombrado Puigdemont, no porque haya ganado las elecciones».
El dirigente de los conservadores ha vuelto a incidir, como ya hizo en el debate de investidura del candidato del PSOE, en que Sánchez es jefe del Ejecutivo tras una operación de «corrupción política». A lo largo de la entrevista ha dicho también que «el Gobierno está sustentado sobre una mentira electoral, el ‘no’ a la amnistía» y sobre la «sinrazón» y la «amoralidad».
Feijóo ha cargado en concreto también contra el verificador elegido para las conversaciones entre el PSOE y Junts, Francisco Galindo Vélez. El líder del PP ve imposible que los padres de la Constitución, que este miércoles celebra 45 años, se pudieran creer que en 2023 «un ciudadano de El Salvador, especializado en guerrillas latinoamericanas» es el encargado de decir «cómo tiene que ser la relación del Gobierno central» con Catalunya. «Dirían al mil por cien que eso no sería posible», ha añadido.