Este lunes se confirmó la detención de un sospechoso por el brutal crimen de la jubilada Ana Beatriz Pasos (80), quien fue encontrada sin vida el 6 de octubre en su vivienda de barrio Jorge Newbery, zona norte de la capital cordobesa. Se trata de un hombre mayor de edad que fue imputado por homicidio calificado por alevosía, homicidio criminis causae por concurso real y robo calificado.

Los investigadores creen que fue la misma persona que días antes del asesinato había asistido al domicilio de la mujer, en calle Felipe Beltrame al 5400, para reparar su lavarropas. No se descarta que puedan realizarse más detenciones.

Domicilio de Ana Beatriz Pasos, una mujer de 80 años que fue encontrada sin vida en el interior de su vivienda en barrio Jorge Newbery, de la ciudad de Córdoba. (José Gabriel Hernández / La Voz) (José Hernández/AR)

Carlos Nayi –abogado de las hijas de la víctima, Mariana y Paula Pulido– se mostró satisfecho por los avances de las investigaciones, que consolidaron en la individualización y arresto de un sospechoso. Tampoco descartó que ese día pudieran haber actuado más personas junto con el ahora imputado.

LAS HIPÓTESIS SOBRE EL ASESINATO DE LA JUBILADA

A las 15.30 del viernes 6 de octubre pasado, Ana Beatriz Pasos fue encontrada asesinada por una de sus hijas en la cocina de la vivienda. La casa estaba revuelta, prueba de que se trató de un asalto.

El cuerpo yacía en la cocina del domicilio. Estaba atada. Presentaba signos de haber sido violentada. Todo lo que había alrededor de la mujer había sido revisado. La escena dejó sin dudas a las hijas de la víctima: alguien había entrado a robar.

Domicilio de Ana Beatriz Pasos, una mujer de 80 años que fue encontrada sin vida en el interior de su vivienda en barrio Jorge Newbery, de la ciudad de Córdoba. (José Gabriel Hernández / La Voz)

Domicilio de Ana Beatriz Pasos, una mujer de 80 años que fue encontrada sin vida en el interior de su vivienda en barrio Jorge Newbery, de la ciudad de Córdoba. (José Gabriel Hernández / La Voz) (José Hernández/AR)

Además, desde un primer momento pensaron que los que se atrevieron a cometer el crimen sabían lo que iban a buscar. La jubilada, según vecinas y allegados, nunca hablaba con nadie, no abría la puerta de su casa, era muy precavida.

Tras realizar distintas averiguaciones en el vecindario y analizar filmaciones de cámaras de seguridad, los investigadores centraron las miradas en un sospechoso, quien fue atrapado en las últimas horas. La hipótesis es que había ido a arreglar un artefacto del hogar. De esta manera, ganó la confianza de la mujer. No se sabe, después, con qué excusa habría regresado a la escena del crimen. Las aberturas no mostraron signos de haber sido forzadas.