Borja Prado abandona Mediaset un año y medio después de convertirse en presidente del grupo audiovisual y en plena «guerra interna» en el conglomerado empresarial. Así lo ha avanzado El Economista y El Confidencial, según fuentes cercanas al proceso. El directivo habría optado por abandonar el grupo de comunicación al perder el favor de los hijos herederos de Silvio Berlusconi, fallecido el pasado mes de mayo.
De confirmarse, Prado sería el primer caído en esta “guerra interna” en Mediaset. No obstante, aunque dejaría de ser presidente, es probable que le reubiquen en otras funciones dentro del grupo. Mediaset España no ha oficializado la información por el momento, tal como ha constatado ElPlural.com. Cabe recordar al respecto que las designaciones de cargos dependen de MediaForEurope, la matriz de Mediaset España.
En concreto, fuentes consultadas por ElPlural.com discrepan en cuanto al momento de la salida, pero afirman que su salida ya se comentaba entre la plantilla de Mediaset España. Ahora la pregunta es: ¿Se ha desmentido internamente? Todo parece indicar que no ha sido así.
Borja Prado, aunque fue nombrado con responsabilidad ejecutiva, especialmente sobre los temas informativos, la auditoría y la secretaría general, lo cierto es que en la reorganización interna llevada a cabo por Mediaset el pasado verano su rol quedó reducido a un cargo meramente institucional. Algo que había asegurado que nunca sería cuando accedió a la presidencia hace año y medio.
En esta reorganización quien cogió las riendas de la línea editorial fue Alejandro Salem, el consejero delegado impuesto por uno de los hijos de Silvio Berlusconi. Y es que desde hace meses, Mediaset esta sumido en una guerra interna entre Borja Prado y los dos consejeros delegados, Alessandro Salem y Massimo Musolino. Las diferencias que hay entre los tres se han evidenciado incluso de forma pública, por ejemplo, cuando se habló de la intención de Mediaset de resolver el contrato de Jorge Javier Vázquez por deseo de Borja Prado, algo que la cadena negó.
En este entonces se aseguró que Prado pretendía liderar un grupo a favor del centro derecha que facilitara la llegada al Gobierno del presidente del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo. Y por su parte, Alessandro Salem y Massimo Mussolino perseguían únicamente el beneficio económico, sin importarle el posicionamiento político, por lo que se oponen a prescindir del catalán.
Es así como el resultado de las elecciones generales del 23 de julio habría influido también en su decisión de abandonar la presidencia de Mediaset España.