El ministro de Asuntos Exteriores, Unión Europea y Cooperación, José Manuel Albares, será el encargado de defender ante el Pleno del Congreso de los Diputados este martes la postura del Gobierno respecto al ataque terrorista perpetrado por Hamás el pasado 7 de octubre y la consiguiente ofensiva militar israelí sobre la Franja de Gaza y lo hará en plena crisis diplomática con Israel.

La de Albares será la primera comparecencia de un ministro tras el arranque oficial de la XV Legislatura el pasado 29 de noviembre y lo hará tanto a petición propia como a petición del PP, que tan solo tres días después del ataque de Hamás había solicitado al jefe de la diplomacia su valoración sobre este hecho, «las líneas de acción» del Gobierno y cómo afectaba a la política exterior española.

La cita, que arrancará a las 15.00 horas con la intervención inicial del ministro a la que seguirán los portavoces parlamentarios de menor a mayor, se produce en un momento delicado en la relación con Israel, después de que el Gobierno de Benjamin Netanyahu llamara a consultas a su embajadora en España, Rodica Radian-Gordon, en protesta por unas declaraciones del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.

El jefe del Ejecutivo llevó a cabo el pasado 23 de noviembre una visita a Israel junto con el primer ministro belga, Alexander de Croo, durante la que se reunió tanto con Netanyahu como con el presidente israelí, Isaac Herzog, además de visitar el kibutz Beeri, uno de los atacados por Hamás.

Críticas hacia Israel

Sánchez no dudó en condenar las «atrocidades» cometidas por Hamás y pedir que «rinda cuentas» por ello, al tiempo que reclamó la liberación de todos los rehenes, pero también denunció la «insoportable cifra» de civiles muertos en la Franja de Gaza por los bombardeos israelíes.

Israel tiene derecho a defenderse pero «la respuesta no puede implicar la muerte de civiles inocentes en Gaza, incluidos miles de niños», le dijo a Herzog, insistiendo en la necesidad de proteger a los civiles «cueste lo que cueste».

«La cifra de palestinos muertos es verdaderamente insoportable«, subrayó a continuación ante Netanyahu, incidiendo en que «las operaciones militares deben distinguir con claridad entre los objetivos terroristas y la protección de la población civil» y en que Israel «debe cumplir con el Derecho Internacional, incluido el Derecho Internacional Humanitario» en su respuesta.

Sin embargo, serían sus declaraciones desde el paso fronterizo de Rafá al término de la gira y tan solo horas antes de que por él salieran los primeros rehenes liberados por Hamás, lo que provocó el encontronazo con Israel, que decidió convocar a la embajadora española, Ana Salomón, al considerar que Sánchez ha había venido a apoyar el terrorismo de Hamás con sus palabras.

El presidente abundó en que «la muerte indiscriminada de civiles inocentes, incluidos miles de niños y niñas, es inaceptable» y advirtió de que «la violencia solo lleva a más violencia» y por tanto hay que «reemplazarla por esperanza», abriendo en este sentido la puerta a un reconocimiento unilateral de Palestina por España si otros socios europeos no quieren dar el paso de forma coordinada.

Acusaciones infundadas contra Sánchez

Desde el Gobierno se respondió con la misma moneda, convocando a la embajadora israelí en Madrid a Exteriores y dejando claro que no se aceptaban las «inaceptables» acusaciones contra Sánchez. Además, Albares aprovechó para mantener un encuentro con su homólogo israelí, Eli Cohen, en los márgenes de la cumbre de la OSCE en Skopje el miércoles pasado, con lo que se daba prácticamente por superado el choque.

Sin embargo, las declaraciones de Sánchez en una entrevista televisiva el jueves, en las que puso en tela de juicio que Israel esté respetando el Derecho Internacional Humanitario en su ofensiva, escalaron la situación. «Con las imágenes que estamos viendo y el número creciente, sobre todo de niños y niñas que están muriendo, tengo francas dudas de que estén cumpliendo» con ello, admitió.

Netanyahu se apresuró a calificar de «vergonzosas» estas palabras y a ordenar que se convocara de nuevo a la embajadora española –la quinta vez desde el 7 de octubre–, pero poco después su ministro de Exteriores anunciaba la decisión de llamar a consultas a la embajadora tras las «intolerables» declaraciones de Sánchez, a quien acusó de repetir «acusaciones infundadas».

Por lo pronto, las relaciones han quedado en un compás de espera en el que el Gobierno no ha querido responder en reciprocidad y retirar a su embajadora de Israel. Además, el viernes Sánchez tuvo ocasión de volver a reiterar su postura ante el exministro de Defensa y miembro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz.

Otros temas a tratar

Al margen de dar explicaciones por este encuentro a los diputados, que seguramente pondrán el foco en este asunto en sus intervenciones, Albares también aprovechará para explicar la visión que tiene el Gobierno respecto a cómo resolver el conflicto y el día después en Gaza.

Así, Sánchez ha dejado claro en todo momento su apuesta por la solución de dos Estados como la mejor vía para alcanzar la paz y ha defendido con rotundidad que los países europeos den el paso para reconocer a Palestina, cuestión que se ha marcado como prioritaria para esta legislatura y en la que está dispuesto a avanzar en solitario, conforme a la resolución aprobada por la Cámara Baja en 2014.

El Gobierno también considera que el único interlocutor válido para la paz por parte palestina es la Autoridad Palestina que encabeza Mahmud Abbas y ha sostenido que debe ser esta la que tome el control de Gaza una vez cesen las hostilidades.

Cabe esperar que en este punto, Albares también reivindique la propuesta española de una conferencia internacional de paz que permita avanzar hacia la materialización de la solución de los dos Estados así como el incremento de la ayuda al desarrollo y humanitaria por parte de España, que este año alcanzará los 48,5 millones de euros, casi el triple que en 2022.