Las polémicas declaraciones del presidente de la cumbre del clima sobre el futuro de los combustibles fósiles no solo han desatado una verdadera tormenta en Dubái sino que, además, han hecho aflorar el verdadero debate de esta cumbre. ¿Está el mundo dispuesto a desprenderse de forma inmediata del petróleo, el gas y el carbón para esquivar la catástrofe climática? Los estudios científicos más exhaustivos elaborados hasta la fecha apuntan a que esta es la única hoja de ruta que permitirá evitar el calentamiento extremo del planeta. La cumbre de Dubái propuso, en un principio, conseguir un acuerdo «claro y ambicioso» para conseguir esta meta. Pero ahora, en su quinto día de negociaciones, parece que la cumbre se ha vuelto a empantanar en este debate.
Estas son las claves para entender por qué ha resurgido con tanta fuerza el debate sobre la energía fósil y, sobre todo, cómo esta polémica podría impactar en el acuerdo final de la cumbre del clima de Dubái (COP28).
La polémica del presidente de la cumbre
Según desveló este fin de semana el diario británico ‘The Guardian’, en una charla ‘online’ organizada el pasado 21 de noviembre, Sultan Al Jaber (quien además de presidir la cumbre del clima de este año también dirige la petrolera estatal de Emiratos Árabes) afirmó públicamente que «no hay evidencia científica» que demuestre que la eliminación de los combustibles fósiles es lo que permitirá limitar el calentamiento global a 1,5 grados de media. Y que, de hacerlo de forma descontrolada, el mundo corría el riesgo de «volver a las cavernas».
Este lunes, tras la polvareda levantada por estas declaraciones, Al Jaber ha comparecido ante la prensa para aclarar que sus palabras fueron «malinterpretadas» y que él, efectivamente, siempre ha «defendido la ciencia» y ve como «inevitable la eliminación progresiva de los combustibles fósiles». El presidente de la cumbre también ha afirmado que esta misma postura, que también la defendió durante la polémica charla que has trascendido este fin de semana, será lo que marque las negociaciones de este año. «La ciencia es lo que ha guiado hasta ahora los debates de esta cumbre», ha aclarado para zanjar la polémica.
Consenso científico
Los estudios científicos más ambiciosos elaborados hasta la fecha son muy claros sobre el futuro de los combustibles fósiles. Según apunta el último informe del Panel Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC), la inmensa mayoría de las emisiones de gases de efecto invernadero que impregnan la atmósfera provienen de la quema de combustibles fósiles. Para atajar este problema, y evitar así el calentamiento extremo del planeta, el mundo debe reducir sus emisiones un 48% para 2030 y un 99% para 2050. Y para ello urge reducir de forma drástica e inmediata la quema de petróleo, carbón y gas.
La comunidad científica afirma con contundencia que sí existen alternativas viables frente a las energías fósiles que están desatando la crisis climática. Por eso mismo, los expertos reclaman abandonar cuanto antes las fuentes contaminantes a la vez que se impulsa una «transición acelerada» centrada, por un lado, en aumentar la instalación de energías renovables y, por otro, mejorar los mecanismos de eficiencia energética. El objetivo a largo plazo sería producir energía sin emitir dióxido de carbono y otros gases contaminantes a la atmósfera.
Negociaciones de la cumbre
Hace años que la ciencia apunta de forma contundente a la necesidad de abandonar los combustibles fósiles pero, hasta el momento, este mensaje todavía no se ha trasladado de forma clara a ningún acuerdo internacional. En el Acuerdo de París, por ejemplo, los países se comprometían a reducir emisiones pero no a dejar atrás las energías fósiles. En Glasgow, por primera vez en la historia, el acuerdo final consiguió poner por escrito la necesidad de «reducir progresivamente» (aunque no «eliminar») estas fuentes. La cumbre de Dubái, en un principio, se mostró dispuesta a reabrir este debate. Aunque, por el momento, no está claro si se logrará algún avance al respecto.
En estos días son muchas las voces que han defendido el fin de los combustibles fósiles. «No podemos salvar un planeta en llamas con una manguera de combustibles fósiles«, afirmó António Guterres, secretario general de Naciones Unidas. En la misma línea se han posicionado varios portavoces de la Comisión Europea, así como la vicepresidenta tercera y ministra de Transición Ecológica del Gobierno español, Teresa Ribera. «Sin eliminación de los combustibles fósiles no hay seguridad climática«, ha afirmado Ribera desde Dubái tras recordar que, un año más, el bloque europeo está presionando para incluir este compromiso en el acuerdo final de la cumbre.