El oro se ha convertido en uno de los grandes protagonistas en el inicio de la semana, y lo ha hecho tras haberse disparado y haber tocado máximos históricos en los 2.135 dólares la onza. Este lunes el avance se suaviza, aunque el metal precioso se mantiene por encima de los 2.100 dólares. El consenso ve un futuro aún más brillante para el oro, y cree que seguirá escalando posiciones y se mantendrá sin problemas por encima de la cota de los 2.000.

Lo cierto es que el precio del metal amarillo lleva tiempo en una escalada sin freno. De hecho, han aumentado durante dos meses consecutivos, y el conflicto palestino-israelí no ha hecho más que impulsar la demanda del activo refugio, considerado como un valor seguro en momento de incertidumbre como el actual.

Ahora, con las expectativas de bajadas de tipos por parte de los bancos centrales asentándose en el mercado ante el enfriamiento de la inflación, los inversores han vuelto a apostar fuerte por el metal precioso y todo apunta a que la fiebre por los lingotes continuará. «La caída de los rendimientos, junto con la debilidad del dólar estadounidense, ha hecho subir los precios del oro», opina Michael Hewson, analista jefe de mercados de CMC Markets UK.

Por su parte, los expertos de Rabobank se preguntan qué puede suponer la subida del oro. «¿Estamos volviendo a los ‘buenos tiempos’ de la economía de burbuja del Covid? ¿O los precios más altos de las alternativas monetarias de rendimiento cero son un signo de la (falta de) confianza del mercado en el dólar estadounidense?».

En Danske Bank, sin embargo, ven un claro cambio en el mercado. «Los precios del oro han subido a niveles récord, alcanzando su cierre más alto jamás registrado, lo que refleja un cambio en las preferencias de los inversores», dicen los expertos del banco danés en su informe diario, a raíz de la subida que ha experimentado el metal amarillo.

¿LA ONZA EN 2.200 DÓLARES?

El apoyo que ha encontrado el oro en las expectativas de bajadas de tipos y en la debilidad del dólar (que abarata el metal precioso para los compradores internacionales) ha sido clave para su escalada, y algunos analistas creen que podría seguir así durante 2024. De hecho, algunos incluso ven al metal precioso en los 2.200 dólares el próximo año.

Es el caso, según recoge CNBC, de los estrategas del United Overseas Bank (UOB) y de la firma de metales preciosos MKS PAMP. En TD Securities creen que los precios del oro promediarán 2.100 dólares en el segundo trimestre de 2024, y que las fuertes compras de los bancos centrales actuarán como un catalizador clave para impulsar los precios.

«Creemos que los principales factores que impulsarán al oro en 2024 serán los recortes de los tipos de interés por parte de la Fed, un dólar estadounidense más débil y los altos niveles de tensión geopolítica», destacaba recientemente BMI, una unidad de investigación de Fitch Solutions, en una nota.