Barcelona


04/12/2023 a las 13:55

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La demanda española es la última de una larga lista de acciones legales que acusan al gigante de las redes sociales de prácticas abusivas en multitud de aspectos

Los medios de comunicación de España han demandado a Meta por competencia desleal. En una denuncia presentada el pasado viernes, hasta 83 cabeceras representadas por Asociación de Medios de Información (AMI) exigen a la empresa tecnológica propietaria de Facebook e Instagram el pago de una indemnización de 550 millones de euros por su dominio del mercado de la publicidad digital, un poder basado en la vulneración de la protección de datos de los usuarios.

La demanda española es la última de una larga lista de acciones legales que acusan al gigante de las redes sociales de prácticas abusivas en multitud de aspectos. La reclamación de la AMI lamenta que «el dominio del ecosistema digital por las grandes plataformas impide a los medios obtener una justa monetización». Ese es el mismo argumento esgrimido por el gobierno de Australia, que tras años de tensas negociaciones ha logrado que Meta y Google terminen pagando unos 200 millones de dólares a distintas organizaciones mediáticas del país.

Australia sentó precedente al ser el primer país en dar luz verde a una ley que obligaba a los pesos pesados de internet a pagar a los medios de comunicación para poder enlazar sus noticias. El pasado junio, Canadá optó por seguir el mismo camino. Google ha acatado la nueva regulación canadiense, pero Meta se ha opuesto a ella y ha contratacado bloqueando la compartición de enlaces a información en sus plataformas, una acción que ha indignado tanto a las autoridades como a los ciudadanos. Temiendo una legislación similar, a principios de diciembre también eliminó la pestaña de noticias en Francia, Alemania y Reino Unido. Se calcula que, si Estados Unidos la adoptase, Meta y Google deberían pagar entre 11.900 y 13.900 millones de dólares al año a los editores nacionales.

Abuso de poder

El imperio digital de Mark Zuckerberg acumula decenas y decenas de demandas por razones variopintas. Solo este año, la Unión Europea (UE) ha multado a Meta con 1.200 millones de euros por transferir datos de los ciudadanos europeos a EEUU y con otros 390 millones por obligar a sus usuarios a ceder sus datos privados para que sean explotados comercialmente.

En las últimas semanas, grupos en defensa de los derechos digitales también se han querellado contra la compañía por crear un plan de pago para quienes quieran usar Facebook e Instagram sin que su privacidad sea usada con fines publicitarios.

En diciembre de 2022, la Comisión Europea acusó por primera vez a Meta de abuso de posición dominante y aceleró una investigación abierta en 2021 que podría saldarse con otra multa milmillonaria. A finales de abril, sin embargo, Meta ganó un juicio antimonopolio al otro lado del Atlántico en el que docenas de fiscales generales habían alegado que la compra de Instagram en 2012 y de WhatsApp en 2014 habían ayudado a la compañía a consolidar su poder, perjudicando por el camino a los desarrolladores de aplicaciones.

«Ansiedad y depresión»

Meta también se enfrenta a la mayor demanda colectiva de su historia. Hasta 41 estados de EEUU acusan al gigante de usar tácticas de manipulación en sus plataformas para generar addicción entre los niños, perjudicando su salud mental.

Ya en 2021, una exempleada de la compañía denunció que Instagram causaba «crecientes niveles de ansiedad depresión» entre las chicas adolescentes, así como una peor percepción de sí mismas.

La Comisión Federal de Comercio estadounidense ha reabierto una investigación que llevaría a prohibir a Meta lucrarse con los datos que recopila de usuarios menores de 18 años. El año 2020, la compañía llegó a un acuerdo con las autoridades para cerrar ese caso mediante el pago de una multa de 5.000 millones de dólares.

Violación de los DDHH

Meta también ha sido acusada de contribuir a la violación de los derechos humanos alrededor del mundo. Amnistía Internacional ha acusado a la plataforma de «no frenar adecuadamente la difusión de contenidos que hacen apología del odio y la violencia» en la guerra civil de Etiopía, en la que podrían haber muerto hasta 500.000 personas. No es la primera vez que Facebook ha sido criticada por su inacción en situaciones de conflicto. La plataforma ya tuvo un «rol determinante» en el genocidio de la comunidad musulmana Rohinyá en Myanmar, según determinó Naciones Unidas.

Esas demandas acusan a Meta de no hacer lo suficiente para frenar la proliferación de contenidos extremos en sus redes sociales, las más usadas del planeta. Sin embargo, los trabajadores encargados de moderar estos mensajes violentos también se están uniendo para demandar a la compañía, que los subcontrata a través de otras empresas. En Barcelona, un número indeterminado de empleados ha presentado una querella que denuncia delitos contra los derechos laborales, contra su integridad moral y por lesiones psicológicas. Hasta 400 de ellos están de baja por haber tenido que enfrentarse a todo tipo de contenidos extremos. Este tipo de acciones legales se están repitiendo desde Irlanda hasta Kenia.

El año pasado, Meta ingresó más de 116.000 millones de dólares y obtuvo unos beneficios netos de más de 23 millones. Tras despedir a más de 21.000 empleados en total y reducir costes, la compañía va al alza. En el tercer trimestre sus ingresos netos se dispararon un 164% hasta los 11.600 millones y los beneficios lo hicieron un 23%.