Borja Prado dimite como presidente de Mediaset España. El directivo dejará su cargo a finales de mes, tal y como ha acordado con la compañía. Un adiós al grupo de comunicación que llega algo más de un año y medio después de su nombramiento para sustituir en el cargo a Alejandro Echevarría.
Las fuentes consultadas por EL ESPAÑOL-Invertia aseguran que su renuncia se debe a cuestiones personales, y al término de una etapa en el seno del grupo italiano de medios. Se especula con la posibilidad de que reciba acomodo en el consejo de la matriz, pero este diario ha podido constatar que es más que probable que no sea así.
Esas mismas fuentes recuerdan que Prado llegó a Mediaset España para terminar el proceso de fusión con Media for Europe (la matriz controlada por la familia Berlusconi) y que, una vez concluida, su presencia carece de sentido.
[La directiva de Mediaset España teme perder poder tras la opa de Berlusconi]
A ello hay que sumar las discrepancias en el seno de Mediaset España entre el propio Borja Prado y el equipo ejecutivo compuesto por los consejeros delegados, Alejandro Salem y Massimo Musolino. Ambos han acaparado en los últimos meses todo el poder, dejando al presidente funciones meramente representativas. Algo que él nunca quiso.
Prado llegó a la presidencia de Mediaset España en febrero de 2022, en la última etapa de Paolo Vasile como CEO. Tras la salida del grupo de este último, el directivo logró hacerse con el control de los informativos.
El objetivo era mantener una línea editorial de centro derecha. Sin embargo, el mayor poder de los nuevos ejecutivos italianos -respaldados por el heredero de Silvio Berlusconi, su hijo Pier Silvio- culminó en una reestructuración que lo dejó totalmente apartado del día a día.
No sólo existían discrepancias a la hora de marcar la línea editorial de la cadena entre los tres, también las había en la televisión que debía hacerse para tratar de dar la vuelta a las audiencias de Telecinco, que se encuentra en mínimos históricos.
Una de las grandes discusiones internas vino de la mano de la cancelación de Sálvame y el futuro de Jorge Javier Vázquez en Mediaset España. El presidente era partidario de su salida, mientras que Salem concedió una entrevista a El País asegurando que contaba con el presentador y que mantendría su contrato en el grupo de comunicación.
Salem ganó el pulso. Muestra de ello es que Jorge Javier volvió a la pantalla en septiembre con Cuentos Chinos, un programa que no obtuvo el respaldo de la audiencia y que fue cancelado de forma abrupta por parte de la directiva de Mediaset España.
El control del informativo
La línea ideológica ha sido otro de los caballos de batalla. Aunque más soterrada, no es un secreto que Borja Prado era partidario de una línea editorial de centro-derecha. Un movimiento que, antes de las elecciones del pasado 23-J hubiera tenido sentido. Sin embargo, parece que tras el resultado electoral y la conformación del nuevo Gobierno la rama italiana ha tomado la dirección contraria.
El aterrizaje de Francisco Moreno como director de informativos, la llegada de Carlos Franganillo como sustituto de Pedro Piqueras al frente del informativo nocturno y la puesta en marcha de Noticias Cuatro con Juan Pedro Valentín al frente dejan entrever que la línea ideológica será más cercana al Gobierno de Pedro Sánchez.
Desde Media for Europe y desde Mediaset España no hacen comentarios respecto a estas informaciones.
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