El aumento de temperaturas, el incremento de intensidad en las lluvias o la aparición de nuevas zonas de sequía son algunas de las consecuencias del cambio climático. Durante estos días se está celebrando en Dubái la COP, la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático.

Sobre la mesa, habrá tres puntos claves que determinarán si esta cumbre será un fracaso o un éxito. El primero de ellos será llevar a cabo mecanismos que obliguen a la industria de los combustibles fósiles a pagar por las pérdidas y los daños provocados. Una decisión que provocará beneficiar las necesidades de aquellas entidades menos responsables y que son más vulnerables.

Otra de las claves importantes es la eliminación de los combustibles fósiles, un compromiso para realizar una reducción gradual, acelerada y justa de todos ellos. Algo que llama la atención teniendo en cuenta que la cumbre se está celebrando en Emiratos Árabes Unidos y que el presidente de esta edición es el Sultan Al Jaber, CEO de la petrolera estatal ADNOC.

Precisamente con esta eliminación de combustibles fósiles aparecen sobre la mesa diferentes alternativas que podrían ayudar en un futuro no muy lejano. Iniciativas como la energía nuclear, el hidrógeno o el metanol cada vez tienen más peso.