Ante la llegada de unos días de descanso, incluso un puente para los más afortunados, se impone pensar en la agenda de visionados y quizá plantearse ver alguna serie más o menos del tirón. Las temporadas cortas, miniseries y series limitadas mandan en la producción de ahora mismo, así que existe mucho entre lo que elegir. Para facilitar el trabajo, aquí seleccionamos cinco títulos recientes –el primero de ellos, novedad total– con los que nadie perderá su bien ganado tiempo libre.
1. ‘The walk-in’ (Filmin, 5 episodios de 45 minutos; disponible desde el martes, día 5)
El gran Stephen Graham, garantía de calidad de las series británicas (recordemos su paso por ‘Line of duty’, ‘The virtues’, ‘Peaky Blinders’ o tantas otras), encarna en esta miniserie a un fascinante personaje real: Matthew Collins, neonazi que acabó convertido en informante en el Frente Nacional y, tras ocultarse unos años en Australia, activista contra la extrema derecha con el colectivo HOPE Not Hate. En 2017, como nos explica la serie, Collins dirigió los movimientos de un topo, o el ‘walk-in’ del título, infiltrado en Acción Nacional mientras se preparaba el asesinato de una diputada laborista. Por si Graham no fuera suficiente garantía de calidad, el guion corre a cargo de Jeff Pope, nominado al Oscar por ‘Philomena’.
2. ‘Criminales’ (Disney+, 8 episodios de una hora)
No salimos de Reino Unido para recomendar ‘Criminales’, ‘thriller’, por otro lado, bastante trotamundos, con extensas partes rodadas en Canadá y una provincia de Barcelona que hace las veces de sí misma y de Francia e Italia. En una nueva e ingeniosa vuelta de tuerca al subgénero de los atracos, el director inglés J Blakeson (‘I care a lot’) explica cómo, tres años después de un gran golpe, los miembros de una banda criminal se enfrentan a la amenaza de un asesino que empieza a liquidarlos uno por uno. Quien más tiene que perder es Joe (Nathan Stewart-Jarrett, Curtis de ‘Misfits’), cuyo nuevo paraíso familiar en Washington se resquebraja con estas réplicas tardías de otra vida. Aquí hay intriga y acción, pero también emoción humana creíble.
3. ‘Scott Pilgrim da el salto’ (Netflix, 8 episodios de media hora)
Si últimamente se ha hablado de explosión de la animación televisiva, es gracias a proyectos tan ambiciosos como ‘Samurái de ojos azules’ o esta ‘Scott Pilgrim da el salto’, sorprendente variación sobre una historia que ya nos dio una excelente colección de novelas gráficas, una película de culto de Edgar Wright y un videojuego adictivo. En un cruce de nacionalidades solo imaginable en esta era de plataformas globales, la serie ha sido coescrita por el canadiense Bryan Lee O’Malley, el creador de los cómics originales, y animada por un estudio japonés, Science SARU, que ha reservado al español Abel Góngora las labores de dirección. Sus ocho episodios son un despliegue de imaginación y una carta de amor sincera y sentida a la cultura pop, sobre todo la de los noventa y dos mil.
4. ‘Cocina con química’ (Apple TV+, 8 episodios de 45 minutos)
Algunos agoreros hablan del ocaso de las series llamadas ‘de prestigio’; entre ellos, el historiador cinematográfico Peter Biskind (‘Moteros tranquilos, toros salvajes’), que se ha atrevido a centrar en esta idea su nuevo libro. Pero todavía existen productores y plataformas con ánimo de hacer productos cuidados para adultos pensantes. Lo deja claro el catálogo de Apple TV+, cuya oferta reciente incluye esta reivindicable adaptación de la novela de Bonnie Garmus sobre una química (Brie Larson, también productora de la serie) convertida en chef televisiva. Sus recetas se erigen en grandes lecciones de ciencia y feminismo.
5. ‘Blue lights’ (Movistar Plus+, 6 episodios de una hora)
En esta selección de series cortas, pero a la vez muy grandes, no podía faltar alguna de esas producciones policiales de seis episodios que nos llegan regularmente desde Gran Bretaña. La más especial de este año, ‘Blue lights’, es una inmersión realista y emotiva en el día a día de la ficticia comisaría de Blackthorn (Belfast), donde vemos (tratar de) finalizar su período de prueba a tres novatos del Servicio de Policía de Irlanda del Norte: la madre soltera Grace (Siân Brooke, reina Aemma Arryn de ‘La Casa del Dragón’); la joven católica pero algo rebelde Annie (Katherine Devlin), y el algo torpe socialmente Tommy (debutante Nathan Braniff), supervisados por viejos lobos de sangre viva. Ningún personaje tiene menos de tres dimensiones; tampoco los villanos de una trama de violencia de bandas en la que resuenan los antiguos agravios entre católicos y protestantes.