El Primavera Sound ha regresado este fin de semana a Sao Paulo, tras su estreno del año pasado, abriéndose paso primero en la programación de clubs de la ciudad. Como preámbulo de la fiesta grande en el Autódromo de Interlagos, brotaron conciertos de tanto octanaje como el de Róisín Murphy, magnética y teatral en la puesta en escena de su reciente ‘Hit parade’, este viernes en la sala Audio.
Local amplio (3.200 asistentes), moderno y elegante, de brillante suelo de madera, plaza habitual de las giras internacionales en sus escalas en Brasil, fue digno de las siempre descollantes ocurrencias de esta marciana diva irlandesa. Murphy está en un excelente momento creativo, merced a su afortunada entente con Dj Koze, y el directo (aperitivo del que tenía programado en el recinto del festival) fue uno de los puntos álgidos de la parcela ‘Primavera na cidade’.
El vestidor de las sorpresas
Apareció con una especie de capucha esquimal, acoplándose al ‘beat’ sonámbulo de ‘Simulation’. Capa lila cubriendo traje un verde, y a su vez, un ajustado mono negro. Taconazos y golpes de su melena rubia liberada al compás de ‘The time is now’, tema de sus tiempos con Moloko. Más reinvenciones plásticas: traje negro de viuda de guerra con desproporcionadas hombreras, capa de El Zorro, mantilla digna de un cuento de Lewis Carroll.
Y las nuevas canciones, atrapando con su complexión tan electrónica y synth-pop como rica en tramas rítmicas (dos percusionistas), deslizando un soul de tiernos relieves en el tema estrella ‘CooCool’. Escenificando cada estrofa como una especie de juglar un poco siniestro salido del concurso de ‘Los juegos del hambre’, Róisín Murphy no permitió que apartáramos la vista de ella. Y algunos blastershitossss hicieron el resto: la arrolladora ‘Overpowered’, un ‘Sing it back’ (otra de Moloko) con desenlace latino, y el trote en bucle infinito de ‘Ramalama (bang bang)’. Y unos dilatados bises con vestido dorado rococó a lomos de números como el narcótico ‘Flash of light’. Poderío vocal y la banda en primera línea manejando guitarras acústicas, ‘keytar’ y percusiones menores.
Durante algunas semanas, no se ha hablado tanto de Róisín Murphy por su brillante ‘Hit parade’ como por haber hecho en Facebook un comentario crítico sobre los bloqueadores de pubertad, refiriéndose a los menores interpelados como “niños confundidos”. Ella tiene muchos seguidores en el entorno LGTBI y sus palabras levantaron polvareda, con la sombra de la cancelación acechando. Una polémica que quedó muy lejos en Sao Paulo entre un público que se deleitó con su despampanante ‘show’, pórtico de las grandes atracciones que reserva el festival, como The Cure, Pet Shop Boys, The Killers o Beck.