La tensión diplomática entre España e Israel se dinamitó tras las declaraciones de Sánchez. Desde Moncloa se mantienen firmes en su postura.

No quieren problemas con Israel, pero tampoco se quedarán callados. A Feijóo le parece un ocurrencia que va a salir cara a todos los efectos. Pero el ejecutivo asegura que no están solos en su condena.

A otros líderes como Trudeau o Macron, cuestionar el comportamiento de Israel también les costó una reprimenda. La diferencia es que con España, Netanyahu ha decidido dar un paso más y llamar a consultas a su embajadora, retirando temporalmente la representación diplomática del Estado de Israel en territorio español.