La rápida actuación de personas que han visto esta tarde cómo desde una narcolancha eran arrojados al mar ocho inmigrantes en una zona de peligrosas corrientes, como el caño de Sancti Petri de Chiclana de la Frontera (Cádiz), ha evitado que varios de ellos murieran ahogados.

«Jamás habíamos visto una aberración semejante», ha contado a EFE Javier González, gerente de la empresa ‘Naútica Gurri’, que en una pequeña zodiac ha rescatado a siete de ellos, algunos ya semiinconscientes y boca abajo en el mar.

Estos ocho marroquíes viajaban en la narcolancha junto a otros 27 que, momentos antes, habían sido arrojados desde la embarcación al mar en la cercana playa de Camposoto, en San Fernando. Cuatro de ellos fueron encontrados muertos. Tras obligar a este grupo a saltar de la embarcación semirrígida, los tripulantes de la lancha, con tres potentes motores, continuaron la navegación a toda velocidad hacia el caño de Sancti Petri. Allí, una zona de fuertes corrientes, amenazaron a los ocho inmigrantes que quedaban en la lancha y que no habían querido tirarse al agua.

«Uno nos ha dicho que le han puesto una pistola y le han dicho que o saltaba o le pegaban un tiro«, ha relatado Javier González. Otro ha contado a un equipo de Cruz Roja que le amenazaron con un cuchillo.

El gerente de la empresa, dedicada a ofrecer clases de windsurf, estaba en la zona esta tarde de casualidad, porque había quedado con un equipo para grabar un vídeo en la zona. Pero será una tarde que, dice, no va a olvidar. «Ha sido un día muy duro, espeluznante, pero estoy orgulloso de haber salvado vidas», asegura.

Explica que, de repente sobre la una de la tarde, vio cómo la narcolancha aparecía en el agua a toda velocidad. «No daba crédito, no traía hachís, llevaba a personas que fueron tirando al agua».

Conocedor del peligro de las aguas, y de que muchos inmigrantes que llegan en patera no saben nadar, o en época de invierno llevan varios pantalones y chaquetas que les dificultan moverse en el agua, cogió de inmediato una pequeña zodiac que tenía en la orilla y fue en su rescate. «Tardé un minuto en llegar a donde estaban y ya había tres boca abajo dentro del mar, no se han ahogado porque los hemos sacado en ese momento», relata.

En dos tandas logró llevar a tierra en su lancha a siete de ellos. Un octavo fue rescatado por un muchacho que se tiró al agua a ayudarle, arriesgando su vida dadas las corrientes de la zona, según explica.

Ya en la arena, con otras personas, trataron de llevarles mantas y reanimarles, mientras avisaban al 112, que alertó el dispositivo de Guarda Civil, Policía Nacional, Cruz Roja y Salvamento Marítimo. «Los dejé en tierra y me fui, porque había otras personas atendiéndoles y yo estaba en shock», cuenta Javier González. «Los que podían hablar nos daban las gracias, eran todos jóvenes, como entre los 15 y los 20 años. No te puedes imaginar sus caras, estaban aterrados. Han contado que pagaron 5.000 euros por este viaje». Tres de ellos tuvieron que ser ingresados en el hospital de Puerto Real.

La Guardia Civil ha emprendido la búsqueda de la narcolancha, que huyó rápidamente del lugar. Según los testigos, era tripulada por cuatro personas, dos españoles -un hombre y una mujer- y dos marroquíes.

Según los datos de la Subdelegación del Gobierno en Cádiz de los 31 inmigrantes supervivientes que viajaban en la narcolancha, 25 son adultos, y seis son menores. Los cuerpos de los cuatro fallecidos han sido conducidos al Anatómico Forense de Cádiz, para determinar su edad, identidad y las causas de su muerte.