El exjefe de gabinete de la exvicepresidenta de la Generalidad Valenciana Mónica Oltra, Miquel Real y el exsubsecretario de la conselleria Francesc Gamero han solicitado al Juzgado de Instrucción 15 de València el archivo de la causa contra ellos por tratamiento del caso de los abusos a una menor tutelada por el exmarido de Oltra. Ambos han solicitado el archivo de la causa tras declarar en sede judicial como investigados al considerar que no existen indicios contra ellos, tras alzarse el secreto de las piezas separadas en las que la Guardia Civil analizó los correos intercambiados por el equipo de Oltra. Tras el rastreo de los correos electrónicos, no se hallaron indicios de que se dieran órdenes para ocultar o perjudicar el expediente. De ahí que ambos hayan solicitado el archivo de la causa contra ellos, catorce meses después de que el magistrado los citara a declarar.
Antes de decidir sobre esta petición, el titular del Juzgado de Instrucción 15 de València ha dado traslado a las defensas y las acusaciones de la petición de archivo para que se pronuncien. Uno de los primeros en responder ha sido la defensa de la menor tutelada, que ya es mayor de edad, que ejerce el líder de España 2000, José Luis Roberto. En este escrito, notificado hoy a las partes, la defensa de la joven señala que no se opone a la petición de archivo presentada por Miquel Real.
Aunque no sucede lo mismo con la petición del exsubsesecretario de Igualdad, contra el que sí se manifiesta la defensa de la joven. «A diferencia de [Miquel] Real, con cargo de nombre muy pomposo pero sin funciones administrativas, el investigado Gamero si las tenía, y muchas; y entre ellas se encontraban algunas que le obligaban a actuar de forma distinta. Y es que como subsecretario era quien tenía a su cargo los servicios de inspección de la Consellería [de Igualdad]».
Y añaden en referencia a Gamero: «Pero el investigado, lejos de ejercer su obligación de velar por la niña tutelada, una vez fue conocedor de que se había producido un caso de abusos, no se preocupó de indagar porqué se había ocultado durante cuatro meses, ni una vez destapado en saber porqué no se habían contestado los oficios de la Fiscalía (…) Se desentendió de ejercer sus competencias y dejó a la menor abandonada a su suerte», concluyen.