La empresa distribuidora del grupo Iberdrola en España, i-DE, culmina las mejoras en aproximadamente 60 kilómetros de las líneas eléctricas aéreas ubicadas en el entorno de Onda, en las que, además, han incluido elementos para proteger a la avifauna. La consellera de Medio Ambiente y Territorio, Salomé Pradas; la alcaldesa, Carmina Ballester; y el director general de Medio Natural y Animal, Raúl Mérida, visitaron ayer los trabajos, acompañados por la directora de i-DE en la Región Este, Ana Lafuente, y el jefe de Zona Castellón, José Miguel Martínez.

Este es un proyecto más de la compañía para reducir el riesgo de electrocución y colisión de las aves a la vez que posibilitan la convivencia de tendidos y avifauna, con su proyecto Mejora de Red Aérea.

Los trabajos relacionados con la protección de la avifauna consistieron en la modificación de los apoyos (más de 450 torres eléctricas) y sus correspondientes elementos que sostienen el cableado, así como la instalación de dispositivos anticolisión y el forrado con material aislante del tramo de las líneas a su paso por los apoyos, lo que permite aumentar la distancia respecto a la infraestructura con tensión de manera que se eviten las electrocuciones de aves.

R. Mérida, S. Pradas, A. Lafuente, C. Ballester y J.M. Martínez junto a un apoyo. Mediterráneo


Un millón de euros

Para desarrollar todas estas intervenciones, fue necesaria en sus diferentes fases la movilización de vehículos con cesta para poder llevar a cabo los trabajos en altura y equipos especializados en trabajos en tensión, que permitieron mantener el suministro eléctrico en aquellas operaciones en las que fue posible. Todo este plan está valorado en más de un millón de euros.

La compañía centra una parte significativa de este tipo trabajos en redes eléctricas presentes en zonas de especial protección para las aves (ZEPA), catalogadas por la Unión Europea como espacios naturales de singular relevancia para la conservación de la avifauna, así como en las áreas prioritarias.

Estas acciones se enmarcan en la apuesta del grupo Iberdrola por «promover la convivencia de todas sus instalaciones con los ecosistemas y por desarrollar un modelo energético que haga plenamente compatibles el suministro de energía competitiva, limpia y sostenible con el equilibrio medioambiental», defienden.