La tensión en el Sevilla es máxima y en los próximos días puede pasar de todo. Diego Alonso, tras la derrota ante el PSV Eindhoven después de ir ganando por 2-0 en el minuto 68, ha demostrado que no puede con el barco. El uruguayo, tras dos meses casi en el cargo tras la destitución de Mendilibar, sigue sin ganar un solo partido al frente del cuarto mayor presupuesto de la Liga. 

Sólo ante el Quintanar, un equipo de Regional, en la Copa ha logrado vencer tras 8 encuentros, 5 de Liga y 3 de Champions en los que suma 4 empates y 4 derrotas.

Pero lo que más preocupa en el Sevilla es la sensación de impotencia y de haber perdido el control al frente del equipo. La expulsión de Ocampos, siendo grave, no debe ser decisiva para echar por tierra una ventaja de 2-0 con 20 minutos por delante. Y las explicaciones de Alonso no han convencido. Si tras la pobre imagen que dio en San Sebastián (donde perdió 2-1) el uruguayo indignó al sevillismo asegurando que fue “uno de los mejores partidos” desde su llegada, tras perder ante el PSV pronunció una frase que tampoco lo deja en buen lugar. “No se puede ganar siempre”, espetó. El sevillismo le recordó en redes sociales que su Sevilla aún no sabe lo que es ganar a un equipo profesional.

Suenan QSF y Manolo Jiménez

Y la visita del Villarreal de Marcelino este domingo puede ser la puntilla para Alonso, reforzado por el consejo al acabar el partido pero que no podrá aguantar más si no gana ante los castellonenses. Dicen que incluso el Sevilla ya ha contactado con candidatos para suplir al uruguayo, como Quique Flores y Manolo Jiménez.

“Me siento respetado y reforzado por el club. Muy fuerte, fortísimo”, dijo el técnico en su rueda de prensa, mientras el presidente, José Castro, explicaba en los micrófonos de Movistar Liga de Campeones que no está discutido. “Diego Alonso no está en duda, creemos que es buen entrenador y que está haciendo bien las cosas. No estamos teniendo ni suerte ni acierto. Hoy algunos futbolistas han tenido un mal día, otro día tendrán un buen día. Estamos cabreados, enfadados… Como está la afición y como estamos todos. Pero bueno. Hay que echarla al suelo. Tranquilidad y trabajar. No hay otra”, explicó mientras escuchaba de nuevo gritos de “directiva dimisión”.

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El ambiente está muy revuelto a sólo unos días de la Junta General de Accionistas, el próximo lunes, en la que Del Nido Benavente no podrá ejecutar su plan de desbancar al consejo al negarle el juez las medidas cautelares solicitadas, por lo que no podrá votar el cese del mismo. Pero en lo deportivo, Diego Alonso tiene de margen hasta el domingo ante el Villarreal.