La Armada ha recibido este jueves el submarino S-81, el ‘Isaac Peral’, el primer vehículo de este tipo de fabricación total española. La entrega se ha realizado en el Arsenal de Cartagena y ha estado presidido por la ministra de Defensa, Margarita Robles. Por el ya han mostrado interés países como India, Canadá, Turquía, Filipinas, Egipto y Polonia

El ‘Isaac Peral’ supone un hito en la historia armamentística de España. Es el primero de cuatro submarinos con los que la Armada estará entre las mejores dotadas del mundo en cuanto al arma submarina, y a Navantia, la empresa constructora, le permite consolidarse entre las empresas punteras internacionales.

«Damos un paso de gigante en este programa y hoy nos sentimos particularmente orgullosos de nuestra Armada, heredera de los grandes marinos de la historia que transformaron el mundo», ha declarado la ministra Robles, que ha añadido que «la presencia internacional de España está garantizada con esta Armada española y con este programa».

80 metros, 32 tripulantes

Con una eslora de 80,8 metros, un diámetro de 7,3 y un desplazamiento de casi 3.000 toneladas, el S-80 tiene capacidades únicas entre los submarinos no nucleares de la OTAN. Por su alto nivel de automatización puede operar con una dotación de solo 32 personas y está capacitado para misiones antisuperficie, antisubmarinas, ataque a tierra, operaciones a diversas profundidades, operaciones especiales y de evacuación de personal civil, recopilación de inteligencia o disuasión.

El Programa S-80 supone un salto tecnológico sustancial frente a su predecesor, el S-70, ya que va a contar con un Sistema Integrado de Control de la Plataforma y un Sistema de Combate que, al mismo tiempo que permiten elevar su grado de automatización, reducen notablemente el número de personas necesarias para operar el submarino. Este proyecto ha supuesto el mayor reto para la construcción naval española hasta la fecha.

La dotación ha llevado a cabo un riguroso proceso de formación, adiestramiento y certificación durante todo el proceso de las pruebas de mar que le permite conocer en profundidad la plataforma, de modo que el submarino pueda ser operado con seguridad, tanto en superficie como en inmersión.

El programa S-80 cuenta con una inversión de 6.000 millones y prevé la creación de 7.000 puestos de trabajo durante la construcción de los cuatro submarinos que componen la serie, cuya última unidad está previsto se entregue a la Armada en 2028.