El mundo del corazón está que echa humo. Y todo se debe a los rumores de una posible crisis matrimonial e incluso divorcio entre Pilar Rubio y Sergio Ramos, rumores que han sido habituales en los últimos meses. Prensa especializada, comentarios en medios de comunicación y pronunciamientos en redes sociales han puesto en duda la estabilidad del matrimonio de Pilar Rubio y Sergio Ramos, una pareja que era considerada como una de las más sólidas del panorama español.
Una semana después de que surgiesen los primeros rumores, Pilar Rubio y Sergio Ramos siguen sin mover ficha y, en absoluto silencio, ni confirman ni desmienten su supuesta crisis matrimonial. A pesar de que su entorno asegura que están bien pero que no van a entrar en ‘dimes y diretes’ porque no lo han hecho nunca, lo cierto es que sus últimos movimientos no han hecho más que aumentar las especulaciones sobre su distanciamiento.
Y es que la pareja ha disfrutado de significativos planes por separado que, en condiciones normales, habrían vivido juntos, desatando las alarmas sobre una posible crisis que sería más seria de lo que nos quieren hacer creer.
Por un lado Pilar ha asistido en solitario a la boda de una íntima amiga, como ella misma ha compartido a través de sus redes sociales. Espectacular con un elegante vestido rojo y un moño alto, la presentadora parece feliz y posa con una gran sonrisa tanto con la novia como con su pandilla, donde vemos entre otras a Vania Millán. Pero ni rastro de Sergio Ramos.
Una ausencia que podría deberse a que el futbolista estaba cumpliendo con sus compromisos con el Sevilla, claro está. Más complicado parece justificar que Pilar no aparezca en ninguna de las instantáneas que su marido ha publicado en Instagram del 67º cumpleaños de su madre, Paqui, que han celebrado con una fiesta familiar en su finca de la ciudad andaluza.
Caben 3 posibilidades: que la comunicadora estuviese en la celebración pero prefiriese no salir en ninguna fotografía para no eclipsar a su suegra -con la que se insiste en que no se lleva bien-, que su ausencia se debiese a estar en Madrid cumpliendo con algún compromiso profesional; o bien que la crisis en la pareja sea una realidad y ya ni siquiera se molesten en disimularlo. Ante su silencio, será el tiempo el que hable.