Cuatro fogonazos. Eso es lo que ha necesitado el Real Madrid para desarmar al campeón italiano y consolidar su liderato en el grupo C de la Champions League con una victoria por 4-2 frente al Nápoles.
Los destellos de Rodrygo, Bellingham, el decisivo Nico Paz, que entró en el minuto 65, y Joselu, certificaron el pase del Real Madrid al sorteo de octavos de final de como cabeza de serie.
Las genialidades de Rodrygo y Bellingham bastaron para remontar una primera parte que se complicó con el gol inicial de Simeone; sin embargo, no fue hasta los instantes finales cuando Nico Paz resolvió un partido que se encaminaba al reparto de puntos.
Los de Ancelotti, con muchas bajas y el ‘modo ahorro’ activado, se aferraron al acierto de del delantero brasileño y del llegador británico, que en una combustión de 12 minutos dieron la vuelta al 0-1 del hijo del entrenador del Atlético de Madrid Simeone.
El campeón italiano no se descompuso pese al empuje del Bernabéu -efervescente desde el arranque- y empató en la primera jugada de la segunda parte por medio de Anguissa, que aprovechó la pasividad de la zaga para cazar un rechace y fusilar a Lunin.
La segunda parte estuvo marcada por las interrupciones y un ritmo muy bajo. El empate era suficiente para que el Real Madrid clasificara como primero matemáticamente y el Nápoles no terminó por incomodar a los blancos.
Cuando todo parecía apuntar al 2-2, el canterano argentino Nico Paz armó su zurda desde la lejanía y sorprendió a Meret. El gol ponía el pleno del Real Madrid en la Champions 2022/2023; aunque todavía faltaba un detalle más para redondear la noche.
Joselu, que desperdició una ocasión clarísima con 2-2, fue levantado por la grada y sus compañeros tras el error y se repuso con el 4-2 definitivo a placer.