La economía estadounidense se ha ralentizado con respecto al informe de octubre del Libro Beige, según ha afirmado este miércoles la Reserva Federal de Estados Unidos (Fed) en referencia al documento que proporciona una evaluación detallada de la economía de los 12 bancos centrales regionales del país.
El instituto emisor norteamericano ha indicado que cuatro distritos se anotaron un «crecimiento modesto», dos tuvieron una evolución de «plana a ligeramente a la baja», y las seis restantes sufrieron «leves caídas» en la actividad.
De esta forma, el gasto de los comercios minoristas y las ventas de automóviles ha ofrecido señales «mixtas» y la venta de productos no esenciales y bienes duraderos, como muebles o electrodomésticos, se redujo tras crecer «la sensibilidad a los precios» por parte de los consumidores. De su lado, la actividad turística fue «generalmente sana», al tiempo que la demanda de servicios de transporte fue «débil».
Los contactos de la Fed con las entidades financieras informaron de «caídas ligeras» en la demanda de crédito para las empresas, especialmente de tipo inmobiliario. La calidad del crédito al consumo, aun así, ha sido descrita como «razonablemente sana», aunque las tasas de morosidad crecieron durante el periodo analizado.
Además, el sector inmobiliario comercial continuó ralentizándose por las oficinas y «la actividad multifamiliar», por lo que el inventario de casas en venta creció tras registrarse menos ventas de residencias.
Después, la industria también mostró signos «mixtos» e informó de un empeoramiento de las perspectivas futuras del sector.
El sector primario exhibió unas condiciones de «estables a ligeramente positivas» tras informar de unos mayores precios de venta, aunque el volumen de las cosechas tuvo un signo «mixto».
En suma, la confianza general a seis y doce meses vista sobre la evolución de la primera economía mundial se ha visto lesionada, según la Fed.
EMPLEO Y PRECIOS
La demanda de mano de obra siguió disminuyendo, ya que la mayoría de los distritos registraron un aumento del empleo global «entre moderado y nulo». La mayor parte dieron cuenta del aumento de demandantes de empleo, y varias señalaron que también había mejorado la retención de trabajadores.
Así, se redujeron plantillas mediante despidos o bajas incentivadas, y algunas empresas prescindieron de sus más improductivos. Sin embargo, varios distritos siguieron describiendo el mercado laboral como «ajustado» y con escasez de trabajadores cualificados.
El crecimiento de la masa salarial siguió siendo de «modesto a moderado» en la mayoría de los distritos, ya que en muchos disminuyeron las presiones o, incluso, descendieron los salarios de trabajadores de nueva incorporación. No obstante, persisten algunas presiones y dificultades a la hora de atraer y retener el talento.
Asimismo, los aumentos de precios se contuvieron en gran medida en todos los distritos, aunque los precios siguieron siendo «elevados». Los costes de flete y transporte disminuyeron, mientras que el de «diversos» alimentos aumentó.
Varios de los contactos observaron que los costes de los insumos de la construcción, como el acero y la madera, se habían estabilizado o incluso bajado. Por el contrario, el encarecimiento de los servicios públicos y los seguros fue «notable» en todos los distritos. Los proveedores de servicios pudieron repercutir el alza de costes con mayor facilidad que en la industria.
Por último, dos distritos identificaron el creciente coste de la deuda como un obstáculo para el crecimiento empresarial. La mayoría de las regiones prevén que la moderación de precios prosiga de cara al próximo año.