El flamante portavoz del PSOE en el Senado, Juan Espadas, está convencido de que su nuevo foco nacional es compatible con la secretaria general del partido en Andalucía y con su papel como líder de la oposición en una comunidad de 8,5 millones de habitantes, la extensión de Portugal y 785 municipios. ¿Cómo lo va a hacer? “Con trabajo”, ha zanjado Espadas en rueda de prensa en el Parlamento andaluz. Una comparecencia inusual en su agenda política que tenía una misión clara: decir hacia dentro y hacia fuera que su ascenso en Madrid no es una patada hacia arriba y que su aspiración es ser candidato de la Junta en 2026. El runrun interno está disparado desde que este lunes Ferraz comunicó su nombramiento para la Cámara Alta.
Espadas celebró que al presidente andaluz, Juan Manuel Moreno (PP), con quien se medirá este miércoles en el debate del Estado de la comunidad, con la sanidad pública como el punto negro en la gestión de los populares, le haya causado “sorpresa” su nombramiento en el Senado. “No le ha hecho mucha ilusión, eso es bueno, ha acertado mi partido”, dijo tras mantener un cruce de reproches con el presidente de la Junta en redes sociales.
Que el nombramiento de Espadas como portavoz en el Senado ha vuelto a abrir el debate sucesorio es un hecho. En realidad nunca ha estado del todo acallado. Con altos y bajos, la vitola de líder de la transición acompaña al dirigente andaluz desde el principio. Ahora además ocurre en un partido que espera, desde septiembre, cambios internos que no se acaban de producirse. Anunciar ajustes internos y no realizarlos inevitablemente desenfunda las armas. En esa calma tensa está el PSOE andaluz, con Espadas rodeado siempre de un núcleo duro que permite adivinar con claridad quiénes forman parte de su círculo de confianza y quiénes no lo hacen pero siguen ahí, sin ser relegados.
Ajustes internos
“Es una oportunidad para Andalucía liderar la portavocía de los socialistas en el Senado”, una Cámara “de combate” para el PP, donde tienen mayoría absoluta. Una manera, explican los socialistas, de conjurar la confrontación que los presidentes autonómicos del PP preparan contra el Gobierno de Sánchez.
El líder de PSOE andaluz lanzó dos mensajes. “Mi apuesta personal es ser el candidato a la Junta en 2026, esa es mi voluntad”, tratando de atajar cualquier debate interno sobre su marcha definitiva de Andalucía. Y un segundo mensaje sobre la posibilidad de que forme parte de las listas a las europeas: “La política europea, Bruselas… ahora no toca”.
Corroboró que ultima ajustes en la ejecutiva del PSOE andaluz, que salió de un congreso en noviembre de 2021. Se dejarán de compatibilizar cargos orgánicos, en el partido, y en el Parlamento. La actual portavoz del grupo parlamentario socialista, Ángeles Férriz, es vicesecretaria general del PSOE andaluz. Espadas no dio nombres pero sí explicó que tratará de que no se solapen las tareas. Habrá cambios para es “importante que cada momento y coyuntura tenga la mejor organización”. Será “pronto, no mañana” y se buscará “dedicar equipos”, algunos “más específicos a la tarea orgánica del partido y otros más a la acción parlamentaria”. Además hasta las europeas habrá cambios “desde el ámbito local”, tras la severa derrota del PSOE andaluz en las municipales de mayo, donde el PP ganó todas las capitales de provincia y el PSOE solo mantuvo dos Diputaciones: Sevilla y Jaén.
Relevo en las delegaciones
En el siguiente escalón en los nombramientos del Gobierno tocan los territorios. Espadas no ocultó que preferiría cambios en la delegación del Gobierno y en las subdelegaciones para optar por “perfiles más políticos” y reforzar estos puestos, como ha ocurrido en los ministerios, con perfiles políticamente más aguerridos, más capaces de defender la gestión del gabinete de Pedro Sánchez en Andalucía. Hasta ahora, los socialistas tienen la sensación de que la Junta de Andalucía se apunta tantos que no le corresponden y que hay inversiones que vienen de Europa o del Gobierno que se quedan en el haber de Juan Manuel Moreno.
El nombramiento de Espadas como portavoz del Senado no es una apuesta de Pedro Sánchez para abrir el relevo en Andalucía. Todo lo contrario, busca darle una oportunidad más al líder andaluz, mejorar su foco, darle más protagonismo mediático. En las filas del PSOE andaluz hay dudas sobre cómo va a salir ese doblete de Espadas, con un pie en las Cinco Llagas, sede del Parlamento autonómico, y otro en la calle Bailén, sede de la Cámara Alta.
Desde septiembre, que Sánchez desembarcó en Andalucía, en concreto en Málaga, para decirle a Espadas que contaba con él, el líder de los socialistas andaluces ha dado muestras de que su papel de oposición está algo más engrasada. Hasta entonces, los resultados han sido malos.
Sin recambio
Espadas ganó a Susana Díaz la secretaria general del PSOE andaluz, con amparo de la dirección federal, en junio de 2021. Tardó meses en dejar su cargo de alcalde de Sevilla, lo que no ocurrió hasta diciembre de ese año. Poco después, se convirtió en candidato a las autonómicas de julio de 2022 y Moreno barrió en Andalucía con una histórica mayoría absoluta para el PP. Casi sin tiempo para recomponerse en la oposición, el PSOE de nuevo encajó una severa derrota en las municipales del pasado mayo.
La victoria del PP andaluz se repitió en las generales del pasado julio pero en esa ocasión los resultados fueron algo menos malos para los socialistas andaluces y el triunfo de Moreno fue menor del esperado. Sirvió para que los socialistas andaluces, que tienen en la vicepresidenta y secretaria general del PSOE, María Jesús Montero, una importante referencia, cogieran resuello. Desde entonces, Espadas ha cogido vuelo, mejorado su conexión con Madrid y su sintonía con la ejecutiva federal. Por eso quieren darle más protagonismo pero admitiendo que es un experimento que “puede salir bien o puede salir mal”.
Como ha avanzado este periódico, Sánchez no hará cambios en los territorios hasta las europeas. En política un día es un mundo, lo que ocurra hasta junio de 2024, cuando toque coger la papeleta de la UE, es el infinito. El dato más indicativo es que Espadas no tiene a nadie que le haga sombra en Andalucía, no hay un candidato o candidata con más opciones que él en estos momentos. Si las encuestas dicen que no tiene posibilidades, aceptará el destino que le dé Ferraz. Si su labor en el Senado le da más protagonismo, si coge más fuelle, tendrá otra segunda oportunidad ante Moreno cuando toque. “Quién sabe”, dicen en el PSOE. De momento, Espadas es el hombre de Sánchez en Andalucía. O eso transmiten los socialistas.