Halit y sus hijos se han quedado en la calle y Sitki ha querido hacerles uno hueco en su hogar. Aunque vive en un barrio muy humilde y su casa es muy pequeña, el chófer no ha querido dejar a su jefe en la estacada y cree que pueden organizarse allí durante una temporada.

Por otro lado, las cosas no pueden irle mejor a Yildiz. Su papilla de bebés ha sido un éxito y ahora trabaja en una importante empresa y se ha convertido en una exitosa y adinerada mujer de negocios.

Emir va a visitarla a su despacho y le dice que la ve divinamente desde que se ha convertido en jefa. Eso sí, no puede evitar preguntarle si se ha enterado de todo lo que le ha pasado a Halit. Yildiz sabía que habían dejado la mansión Argun, pero no tenía ni idea de que se habían mudado con Sitki… ¡y se ha quedado de piedra!

“No deja de ser el padre de Halit Can. No quiero que sufra”, se lamenta Yildiz refiriéndose a su exmarido. ¿Sentirá todavía algo por él? ¿Intentará ayudar al empresario y a sus hijos de alguna manera?